EL CONEJO QUE ACABA CON EL VIRUS

Daniela

Era una noche fría, sobre las doce y pico. Mi madre estaba cenando en el comedor mientras miraba las noticias, llenas de contenidos sobre el Covid-19. Mi hermano Pablo y yo estábamos durmiendo plácidamente en nuestra habitación. Mamá, una hora más tarde, se quedó dormida en el sofá. Bambú, el conejo nocturno de la familia, era el único en toda la casa que estaba despierto a esas horas y notó una sensación muy rara que le recorrió todo el cuerpo. Se acercó al ventanal de la terraza y observó con detenimiento. Pensó que necesitaba ayuda porque seguía notando una energía muy poderosa. Llamó a Balade, el caballo que vivía en el establo de la hípica Poni Club.


 


- Buenas noches, Balade. Siento llamarte a estas horas de la noche pero, como ya sabes, soy nocturno y es imposible quedarme dormido.


 


- No pasa nada, Bambú. ¿Qué querías?


 


- Mira, Balade, llevo rato notando una poderosa y gran energía en la terraza y todos están durmiendo. No sé qué hacer, creo que quiere entrar en casa.


 


- ¿Has intentado hablar con el exterior? A lo mejor puedes comunicarte con lo que haya fuera para buscar alguna solución.


 


- Buena idea, Balade. Ahora miraré qué hago. Buenas noches y gracias por tu consejo.


 


Bambú decidió dirigirse a lo que hubiese afuera y preguntó qué era eso tan extraño que sentía. Esa energía le aclaró que no era ninguna energía, era un virus, un poderoso virus que podía llegar a enfermar a muchísimas personas. Babú en ese momento pensó y recapacitó en todas las noticias que había visto desde su jaula, y llegó a la conclusión que el Coronavirus estaba intentando apoderarse de su familia y de su casa. Recordó que las medidas de seguridad eran: llevar mascarilla y guantes, desinfectarse y lavarse las manos muy frecuentemente. Entonces, el conejo decidió que la mejor manera de combatir ese virus era hacer una fiesta de jabón y espuma en el comedor de casa.


 


Despertó con besitos a mamá, a Pablo y a mí, y nos comunicó lo estaba sucediendo y su propuesta para acabar con ese virus. Preparamos la fiesta de jabón en el comedor y, cuando ya estaba todo listo y lleno de burbujas de jabón, abrieron la puerta de la terraza. El virus, sin pensarlo, decidió entrar. En ese momento Bambú sintió que en ese comedor ya no había ni la mitad de energía que había estado sintiendo durante horas, pero aún quedaba rematarlo. Hizo una bola enorme de jabón y se la lanzó a esa energía que seguía sintiendo. De repente, olía a limpio y ya no había nada, solo la familia, feliz y sana.


 


 


 


 


 

Categoria de 8 a 12 anys. AULA ESCOLA EUROPEA

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