Alice y el Virus

Martina

Alice era una niña de diez años muy lista que vivía en un pueblo costero con su abuelo Juanjo.


Un día, un virus atacó el pueblo entero, capturando todo lo que encontraba. La policía dijo que en casa estarían a salvo. Por desgracia, Juanjo fue capturado y el virus lo dejo con los demás en su guarida.


Alice no sabía si llorar o intentar solucionarlo, pero por suerte optó por solucionarlo. Alice estuvo 5 días buscando la cura. Estaba desesperada. Mientras Alice volvía a casa vio una semilla la recogió y decidió plantarla. Al fin y al cabo, no podía combatir con el virus, pero podría comerse los frutos de la planta si la cuidaba bien. Y con el ánimo no muy alto siguió el camino a casa.


Lo que Alice no sabía era que esa planta era la cura. Después de unos días, cuando Alice fue a comprar, el virus la persiguió. La niña se acordó de la planta que plantó hacía ya un tiempo y se escondió del virus para comerse uno de sus frutos. En cuanto el virus la olió se fue en otra dirección, y Alice enseguida se dio cuenta de que aquel fruto era la solución.


Al día siguiente, Alice corrió hacia la guarida del virus. Por suerte no estaba allí y pudo entrar con facilidad. Qué bien, ¡todos estaban allí dentro! Alice los convenció a todos para que se comieran el fruto, pensando que así el virus desaparecería, pero no. Alice, rápida como el rayo, se dio cuenta de su error. Lo que tenían que hacer era tirarle el jugo al virus, pero necesitarían ayuda de todo el pueblo y eso era… cómo decirlo… muy difícil. Pero lo consiguieron.


El plan era: primero, alguien llevaría al virus a un callejón sin salida y, segundo, todos los demás, menos Alice, claro, se pondrían en la entrada del callejón para atraer al virus. Tercero, cuando el virus fuese hacia la salida Alice le tiraría el jugo encima y desaparecería.


El plan salió a la perfección y el virus desapareció para siempre.


FIN.     

Categoria de 8 a 12 anys. Aula Escuela Europea

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