Flequillo de pez
-Elige una palabra clave para cuando nos veamos-dijo Sergio desde Gijón.
-¡Garbanzo!-gritó sin dudar Gorka. Pudo haber dicho cualquier otra, pero garbanzo fue su favorita, le recordaba a su infancia en Badajoz.
-De acuerdo-dijo Sergio, mientras cogía corriendo medio kilo de garbanzos secos de casa de su madre y se los metía en los bolsillos de su abrigo marrón, antes de salir de casa.
Meses después, casi un año, Sergio le confesó a Gorka que llevaba garbanzos en los bolsillos, para tentar a la suerte y hacer que se cruzaran los caminos, casi por casualidad, en un metro de Barcelona.