50 años después

mao

# 50 años después


— Mira yayo, están hablando de lo del virus.


Don Antonio, que jamás pensó cuando era joven que le añadirían el Don a su nombre, miró la televisión y suspiro profundamente. Tenia puesta las noticias como de costumbre, le gustaba estar bien informado y estaban dando un documental de las consecuencias del Covid en 2020: << En pocas semanas, lo que parecía un resfriado común pasó a ser una pandemia mundial, una pandemia que marcó todo el año 2020>>


Don Antonio miró a su nieto y sonrió. Pau sabía que a su abuelo no le gustaba demasiado hablar de ese tema, pero estaba fascinado por el mundo que él heredó como consecuencia de un virus, y siempre encontraba un momento para hablar sobre cómo vivió esa experiencia.


— 50 años ya — le dijo Pau a su abuelo, dejando caer la pregunta.


— 50 años, sí.


— Tú vivías en Barcelona, ¿no? En el barrio del Poble Sec.


— Así es, hacía poco que me había ido a vivir allí, al lado del Molino. Aún me acuerdo, estando en casa, cuando anunciaron el estado de alarma. 50 años ya.


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— Debió ser duro estar en casa tanto tiempo. 


— Lo fue. Aún me acuerdo del primer día que cogí el autobús en pleno estado de alarma, era el V11, una línea que iba de Poble Sec hasta la Diagonal, donde bajaba para ir a trabajar. Me acuerdo de la extraña sensación que todos teníamos. Habían puesto una separación para proteger al conductor, era uno de los servicio esenciales, y todos íbamos con mascarilla — Antonio se tocaba la boca, como recordando el tacto — . Notabas en la gente una cierta incredulidad, como de estar viviendo dentro de una película.


— En ese momento vivías solo, no?


— Pues sí, aún no había conocido a tu abuela, aunque me hice muy amigo de unos vecinos que vivían enfrente, en esos momentos eran casi como mi familia, teníamos grandes debates, sobre todo cuando hacía buen tiempo.


— Lo que siempre me ha parecido extraordinario es la reacción de la gente ante una situación así.


— Sí, hijo, es verdad que no todo el mundo comprendió la situación, pero la gran mayoría sí, en el barrio incluso llegamos a hacer un Bingo popular, la gente gritaba desde sus balcones las líneas y los bingos — don Antonio se reía, mientras se pasaba la mano por el pelo con un gesto nostálgico y con cierta melancolía mientras miraba las imágenes que iban pasando en el documental.


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— En cierta forma, gracias a todo lo que pasó, tú has heredado un mundo mejor, más limpio y más consciente de la huella que deja la sociedad en el planeta. Aunque no te lo creas, antes usábamos tanto plástico que había islas en el mar de basura. Muchos nos dimos cuenta de lo que realmente importaba, y nos sirvió para apreciar las pequeñas cosas, como un simple abrazo.


Los dos se quedaron viendo la televisión en silencio, juntos, de una forma que, hacía 50 años y por un tiempo, fue imposible de hacer. Y esto, a toda una generación que vivió de primera mano las consecuencias de una pandemia mundial, es algo que nunca olvidarán, como la importancia del contacto humano y la relevancia de aquellas pequeñas cosas que hacen tu día a día extraordinario.

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