¿Es él?
Después de mucho caminar, estaba cansado, exhausto, necesitaba un descanso, pero no podía parar en cualquier sitio, estaba en el arcén de la autopista, la noche se echaba encima y tenía que salir de allí cuanto antes y me quedaba un largo camino hasta la siguiente salida.
Nunca he sido muy devoto de la tecnología, esa era mi mayor debilidad, mientras iba caminando me juraba y perjuraba, "mañana me compro un móvil, de mañana no pasa".
Mis pasos eran cada vez más rápidos, no podía llegar tarde y el tiempo se me tiraba encima.
El fin de semana anterior conocí a un chico en la parada de metro de Bon Pastor de la línea 9 norte, las puertas se le cerraron justo detrás y le ayudé a sacar parte de la mochila que se había quedado atrapada en dicha puerta, nos caímos bien y estuvimos charlando un rato hasta que llegó a su parada, la charla fue corta pero dio tiempo a quedar para el siguiente finde.
Se le ocurrió que volviéramos a quedar en el metro y en la misma parada donde nos habíamos conocido, entre risas le dije que eso era muy romántico pero que ese día seguramente cogería el coche.
Seguía caminando, no podía comunicarme con él de ninguna manera, llegaba tarde y no tenía ni idea de lo que podría tardar en llegar, la angustia me hacía correr más y más pero daba igual, estaba todo perdido, no llegaría a tiempo.¡¡Maldita sea¡¡¡ ¿Por qué no le hice caso? Si hubiera cogido el metro esto no me habría pasado.