Sesión de noche

Xaviven

Esa noche de agosto era extremadamente calurosa y la humedad hacía que el bochorno fuese insoportable. Álex decidió ir al cine, ahí podría disfrutar de dos horas de fresquito.


Consultó la cartelera y eligió los cines Diagonal donde podía acceder fácilmente con el bus H6, que le dejaba a 5 minutos de la sala.


El recorrido fue muy rápido, esta línea tiene una frecuencia de paso muy elevada y además en agosto el tráfico de la ciudad desciende notablemente, calculó que en un máximo de 15 minutos ya estaría dentro del cine.


Cuando entró, no había nadie, aún faltaban cinco minutos para que empezara la proyección de la película


La luz tenue de la sala se apagó del todo y durante un par de segundos la oscuridad se hizo absoluta. En ese corto espacio de tiempo notó una luz a su espalda que delataba que la puerta de entrada a la sala se había abierto y en consecuencia alguien había entrado.


Lo que Álex empezó a ver en la pantalla era casi como un reflejo de lo que estaba sucediendo en la propia sala. Veía un cine prácticamente vacío con sólo dos espectadores, igual que donde él se encontraba, y en la película también se estaba proyectando la misma situación que estaba viviendo y viendo en la sala prácticamente al unísono. Viendo la película pudo observar que el espectador sentado en la parte de atrás se levantaba e iba avanzando filas por uno de los pasillos laterales. Álex, de forma intuitiva, se giró y pudo comprobar que su único “compañero” de sala estaba haciendo lo mismo. Álex no lo pudo ver, porque estaba girado, pero en la película el espectador sentado en la parte de delante también se giraba. El otro espectador, volvió a tomar asiento unas filas por detrás de Álex, éste se giró y continuó viendo la película. Pudo observar que la situación de la película era prácticamente igual a la de la sala. – Qué extraña coincidencia – pensó.


Siguió con atención la proyección, pero no pasaba nada. Los dos personajes seguían sentados viendo una película en la que la situación se iba repitiendo sin fin en la pantalla. De pronto vio que el espectador de la parte de atrás volvía a levantarse y cada vez se aproximaba más a la posición del otro espectador. Esta vez, Álex no se giró, pensó que por fin iba a pasar algo en la película y decidió seguir con atención los acontecimientos que iban sucediendo. El espectador de la parte de atrás ya se había situado justo en la fila posterior del primer espectador, justo detrás.


Álex no pudo más y finalmente se giró. La situación de la película se iba repitiendo en la realidad. Pudo comprobar que el otro espectador se había sentado justo detrás suyo. Se mantuvo girado un buen rato tratando de verle la cara, pero la oscuridad de la sala no se lo permitía. Alex se empezó a poner muy nervioso, le parecía muy extraño lo que estaba sucediendo. El cuello le empezó a doler debido al esfuerzo que estaba efectuando girando la cabeza todo lo que podía para poder ver la cara de su vecino. Ya no pudo aguantar más y decidió girar la cabeza a la pantalla. En la película, el espectador que se había ido cambiando de butaca, sacó un cuchillo muy largo y afilado que utilizó para degollar al otro espectador. En ese momento Álex se desplomó en el suelo en medio de un gran charco de sangre. FIN.


En la pantalla fueron apareciendo los créditos de la película y la gente empezó a levantarse de sus asientos. Algunos comentaban en voz alta que les había parecido un final un tanto extraño...

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