Buena gente I

PauTMB

BUENA GENTE


 


EL CONDUCTOR


Después de girar un poco dubitativo hacia la derecha, escuché una vocecita a mi espalda…


- ¡Perdone!, ¡conductor!, ¿es que han cambiado el trayecto? – preguntó una señora mayor sentada detrás de mí.


Miré por el retrovisor y vi, clavados en mí, los ojos de las cuatro personas que quedaban en el autobús. A la anciana no la veía, pero la podía escuchar.


- Lo siento – le respondí – es la primera vez que hago esta ruta y no me he dado cuenta.


- Pues si sigue por aquí se salta la parada – dijo la señora con voz maternal, pero segura – y yo me bajo en ésa.


Un chico joven se acercó desde los asientos del fondo del autobús. Su cara, con una media sonrisa en los labios, reflejaba   mitad compasión, mitad comprensión. Llegó hasta mi altura, me miró, y después hacia delante,  en dirección a la calle por la que conducía.


- No te preocupes – me dijo en tono amable, y señaló al frente – esta primera no, porque es dirección contraria, la siguiente tampoco porque siempre hay coches aparcados en la esquina y vas a tener muy difícil girar. La otra puedes ir a la izquierda y la siguiente a la derecha, y volverás a la calle principal, justo antes de la parada.


- Gracias, a veces las rutas nuevas son bastantes difíciles – dije, mientras, la señora mayor iba hacia la puerta de en medio tocando el botón de parada.


- ¡¡¡¡Tranquilo, jefe, no pasa nada!!!! – Oí un grito de uno de los pasajeros –: ¡¡¡¡estas calles son todas iguales!!!! Perderse el primer día es de lo más normal.


- Por aquí – dijo el chaval que estaba a mi lado – y ahora esa a la derecha… ves, ahí está la parada. Ahora no hay nadie, pero como la calle hace cuesta normalmente hay algún anciano.


- Gracias – le volví a decir – y mirando por el retrovisor alcé la voz un poco - ¡Lo siento señores, lo siento señora!


Tres o cuatro voces se mezclaron unas por encima de otras...


- ¡¡¡Tranquilo, jefe!!! – dijo un chico al fondo.


- No pasa nada, joven… - intervino la señora mayor.


- ¡¡¡Estas calles son todas iguales!!! – gritó el señor sentado en medio del autobús.


Detuve el vehículo en la parada y abrí la puerta para que la señora se bajara. El chico que estaba a mi lado me dijo que se bajaba aquí.


- Toni, nos vemos mañana – dijo, saludando con la mano al joven que estaba en los últimos asientos. Se volvió hacia mí y me dijo –: La siguiente ya es el final.


Y dicho esto, se dispuso a ir a la parte de atrás del vehículo para salir.


- Espera – le dije, y le abrí la puerta de delante –, es lo menos que puedo hacer.


Me saludó con la mano y con un "gracias" se apeó del vehículo. Miré que la señora hubiera bajado, cerré las puertas y continué.


- Buena gente- susurré para mí

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