EXCURSION AL TRANVÍA

Paula

Allí estaba yo preparándome la mochila y todo lo que tenía que coger, porque al día siguiente me iba a ir de excursión en tranvía con mi clase.


Me vestí y me fui al colegio, cuando llegué las profesoras contaron que estuviésemos todos, cuando salimos, fuimos al tranvía, teníamos que ir en parejas, yo fui con Martina.


El viaje duró una hora, no se me hizo muy largo porque estuvimos cantando, jugando… estuvo muy chulo y además me encanta ir en tranvía, cuando pasábamos por dentro de un túnel no sé por qué nos poníamos a chillar como locos.


– Profesora, ¿qué vamos a hacer? –pregunté.


 – Sobrevivir en las vías del tranvía, a ver a quién le atropellan antes –dijo la profesora en plan de broma.


 – ¡Aaahhh!!!! –gritamos.


 – Era broma  –dijo la profesora.


 – Ah, vale  –respondimos, aliviados.


 – Lo que vamos a hacer es una actividad donde nos explicaran cosas sobre los tranvías.


 – Que guay -dijimos.


Caminamos un poco hasta un edificio, entramos y una señora nos dijo que era nuestra guía y que nos explicaría muchas cosas. Nos llevó a una sala donde había unas mesas y unas sillas, nos sentamos.


 – Los tranvías por la noche duermen, por la mañana los usan y cuando ya se han acabado las visitas los arreglan y los limpian -dijo la guía. Nos dio unos libritos pequeños sobre los tranvías.


Después fuimos a un parque que estaba cerca y comimos, un bocadillo de jamón y queso y de postre una manzana.


Cuando acabamos de comer nos dejaron jugar por el parque … Después de jugar un poco, mi amiga Martina, que tiene muchas ideas de bombero...


 – ¿Qué tal si nos escapamos y entramos en el edificio del tranvía?


– No, ni hablar -dije yo.


 – Por favor  –me pidió.


 – Valeee -acepté.


Fuimos a escondidas hasta allí.


 – ¿Qué es lo que quieres? –le pregunté - ¿Conseguir que nos castiguen?


 – No, es que he visto un llavero muy bonito de un tranvía -respondió.


 – Pero si no tenemos dinero  –dije yo.


 – Tú no, pero yo sí -contestó.


– ¿En serio? –pregunté.


 – ¿Qué? Hay que ir preparados -contestó.


Llegamos al edificio.


– Esto no es buena idea -dije. Llegamos a la caja, Martina cogió un llavero y se lo dio al cajero, el cajero, extrañado porque fuéramos niñas, dijo que valía 3 euros.  Martina se lo dio y volvimos corriendo al parque. Entonces apareció Sandra y nos preguntó qué donde estábamos.


 -En el baño  –contestamos.


Jugamos un rato más y después vino la profesora. Martina estaba bebiendo agua y tenía la mochila abierta , se le cayó el llavero.


– ¿Por qué tienes ese llavero en la mochila? –preguntó la profesora.


 – Es de mi casa  – respondió Martina, temblando.


– Martina, di la verdad  –dijo la profesora.


 – Vale, me he escapado con Paula y hemos ido al edificio del tranvía y me he comprado este llavero, pero Paula no tiene nada que ver -contó Martina.


– Está bien, pero no volverá a pasar, ¿verdad?


 – No, profesora  – contestó Martina, triste. 


Continuamos jugando un buen rato y cuando ya eran las 04:30 la profesora gritó:


 – ¡¡Claseeeeee, noooos vaaaamoooos!!!!!!


Otra vez nos volvimos al tranvía con la misma pareja de antes, despidiéndonos del guía y de todos, durante el viaje estuvimos comentando lo guay que había sido…


Cuando llegamos ya estaban los padres en la puerta del colegio esperando para recogernos, me fui con mi madre y le expliqué lo guay y divertida que había sido esa excursión, además había aprendido un montón sobre los tranvías.


Entonces fui con mis amigas Sandra, Bea y Alicia a piscina, porque como era viernes  me tocaba piscina.

Categoría de 8 a 12 años. Salesianas sepulveda

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