EL AUTOBÚS Y EL EJÉRCITO DE PANECILLOS

Paula

Un día, como siempre, el general Panecillo y su ejército de panecillos se pusieron su ropa (de chocolate) y se fueron a coger un autobús. La gente que esperaba a que llegara el bus, en la parada, como ellos, les miraban extrañados, algunos se ponían a gritar…


Cuando entraron al autobús fue aún más raro. Se sacaron una pata y sacaron el billete del autobús, luego escupieron chocolate, que era como pegamento, y se lo pusieron. Fue rarísimo, el conductor se quedó flipando y los pasajeros más.


Estuvieron un buen rato en el autobús, fue sorprendente e incómodo, todo el mundo les miraba… ¡raro!


Entonces el conductor anunció su parada y se bajaron, cuando les dejaron en el puerto, que era su destino, el autobús pasó sin mirar y atropelló a un panecillo del ejército.


– ¡Nooo, Panecito! – dijo el general del ejército, y le llevaron al médico (a la pastelería).


Después de llevarlo continuaron su largo camino. Cuando iban hacia el puerto caminaban con mucho cuidado de que no les atropellara un autobús, como a su amigo.


Caminaron un largo camino hasta llegar a su colegio, que estaba al lado del puerto, allí les esperaba su profesora, Donutina. Lo que pasaba era que como los panecillos eran tan pequeñitos, bueno, tampoco tanto, la cuestión era que a ellos les parecía un largo camino.


En el colegio les hablaron de los autobuses. Vino un señor que sabía mucho de autobuses a explicarles muchísimas cosas sobre ellos, ¿y a que no sabéis quien era la persona? Era el conductor del autobús.


En ese momento, el general se acercó al conductor y se puso a gritarle que en adelante fuera con más cuidado y que había atropellado a su amigo. Entonces la maestra, que era un donut, anunció que se iban a ir de excursión en autobús y que el conductor les iba a llevar.


Fueron al autobús e hicieron parejas para subirse al autobús, se les hizo muy largo, pero se lo pasaron muy bien.


Cuando llegaron, la maestra Donutina le dio las gracias al conductor y le dijo que les fuera a recoger a las cinco de la tarde, se fue el conductor y fueron a un parque a jugar. ¿A que no sabéis a que jugaron? AL AUTOBÚS, todo el ejército de panecillos, el general era el conductor y el resto del ejército eran los pasajeros.


Llegó la hora de irse y Donutina anunció que se iban. Hicieron parejas y fueron otra vez al autobús, pero se tuvieron que esperar un buen rato porque el conductor llegaba tarde. Cuando llegó Donutina se enfadó con él y se subieron todos a bordo.


Cuando llegaron subieron todos los panecillos a la clase e hicieron manualidades libres, como ellos quisieran, relacionado con los autobuses.


Después de hacer manualidades, todos los panecillos se fueron con sus padres y madres menos los del ejército, que se iban solos a casa. Se subieron al autobús otra vez y se fueron.

Categoría de 8 a 12 años. Salesianas sepulveda

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