Miradas

Baio

Otra vez tú. 


Pienso. 


Estoy leyendo mi libro, y él me mira  todos los días. Cuando cojo el bus a las 7:15 para ir al trabajo, él está allí, leyendo algún libro o  escuchando música o a veces con sus papeleos que nunca sé de que se tratan. 


Nos miramos. 


Nos dejamos de mirar. 


Su mirada, sus ojos oscuros, son como si hablasen. 


Otra vez nos miramos un segundo, luego el vuelve a su móvil y yo a mi libro “Invisible” de Eloy Moreno. 


Me quedan dos paradas para llegar a Plaza Urquinaona, siempre me bajo allí pero nunca sé a dónde se dirige él. 


Cuando bajo del bus, él me mira y de repente me saluda, me saluda con una sonrisa amable, yo me quedo quieta mirándole y justo cuando voy a devolverle el saludo, una señora mayor se pone en medio, para bajar - ya no le veo. 


La señora quiere bajar del bus pero la separación entre el suelo del bus y el suelo de la calle, es muy alta y no puede, entonces voy a ayudarla. 


Cuando le digo si puedo hacer algo, allí está el ayudándole. Unos segundos después el autobús se adapta al suelo de la calle, así que la señora baja tranquilamente. 


“Y desde allí no lo volví a ver” 


“Que historia más romántica, mama, ¿y cuántos años tenías?"


“Creo que era cuando tenia quince o dieciséis” 


“Yo quiero una historia así, pero que lo vuelva a ver” 


“¿Por qué no hablaste con el?"


“No lo sé, supongo que me daba vergüenza” 


“Y crees que lo volverás a ver, ¿mama?"


 “No lo sé, ¡quien sabe lo que puede pasar!" 

Categoría de 13 i 17 años. Tretzevents

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