LA ÚLTIMA VEZ QUE VOY EN METRO
Érase una vez una chica llamada Yakira de 14 años. Salió de su casa muy emocionada, ya que un amigo suyo la invitó a ir de excursión con sus otros amigos de clase porque era su cumpleaños. Yakira se dirigió hacia el metro, pues vivía un poco más lejos. Al entrar al metro vio a tres personas sospechosas, vestidas enteramente de negro, pero no le dio mucha importancia, puesto que tenía mucha prisa. Unos minutos más tarde, llegó el metro y Yakira se sentó, escuchando una de sus músicas preferidas. Poco después, escuchó una fuerte explosión. La gente empezó a correr y a gritar dentro del metro. Yakira comenzó a asustarse. Preguntó qué es lo que estaba pasando, y le respondieron, atemorizados, que había tres hombres que estaban disparando con armas y matando a la gente. El metro se detuvo por la inmensa ola de humo producida por el fuego. Yakira, sin poder respirar, corrió en busca de la salida, cuando un disparo le atravesó el brazo. Poco después logró salir del lugar, casi inconsciente. Las sirenas de los bomberos, de la policía y de la ambulancia sonaban por toda la ciudad. Los medios de comunicación no dejaban de grabar los sucesos. Los tres hombres que causaron la catástrofe en el metro aún no habían sido localizados y cada vez había más fallecidos. De pronto empezó a llover. En ese momento los policías hicieron una gran interrupción para acorralar a los hombres. A uno de los hombres, de 24 años, le dispararon en la pierna. Los bomberos seguían apagando el fuego producido por las bombas. La gente empezaba a alarmarse porque fuera del metro se hallaban dos asesinos aún sin detener. A Yakira y a otras personas las tuvieron que llevar de inmediato al hospital por sus heridas.
El hermano mayor de Yakira, llamado Bilal, que era tres años más grande que ella, salía de su casa para poder practicar un poco de fútbol, por el hecho de que se encontraba un poco agobiado. Cuando se percató de que su móvil estaba vibrando de tanta notificación, rápidamente lo cogió. Al responder la llamada, le contestó una amiga de Yakira llamada Nerea, que lo avisaba de que su hermana estaba en el hospital. Bilal,muy preocupado, cogió su patinete eléctrico y fue lo más rápido posible al hospital. Al llegar, fue al mostrador para saber dónde se encontraba su hermana, pero el médico le dijo que de momento no podía verla, porque estaban haciéndole una urgente cirugía. Nervioso y aturdido, se sentó en una silla y vio el televisor donde se mostraba en directo lo que estaba ocurriendo fuera del metro. Pasó media hora y una enfermera le dijo que su hermana se encontraba bien, pero que tenía heridas leves en el brazo. Deprisa, fue a verla. Empezó a llorar y le dio un abrazo. Pasaron 45 minutos y Bilal y Yakira salieron del hospital. Los recogió Nerea, la amiga de Yakira. La mayoría de calles estaban cerradas, ya que aún no habían atrapado a los dos asesinos. Los tres decidieron ir a Montjuïc, porque creían que allí estarían seguros. Al llegar, vieron desde lejos las luces que no dejaban de parpadear de color azul y rojo, y la extensa masa de humo. Posteriormente, escucharon que los dos hombres habían sido hallados y llevados a la cárcel. Pocas horas después se procedió a reactivar las líneas de metro y a investigar el por qué de lo ocurrido.
Han pasado tres días desde que tuviera lugar el atentado. A Yakira le da mucho miedo cogegr el metro, por lo que, cuando tiene que ir a algún lugar lejano, siempre opta por ir en bus o en patinete.
Categoría de 13 i 17 años. Institut Miquel Tarradell