El tren de los recuerdos
Marc era un niño de 17 años que vivía en Santa Coloma. Cada mañana tenía que coger la línea L1 del metro, para llegar a su colegio, que estaba en Fabra y Puig, pero una mañana cambió su vida por completo.
Era el 31 de octubre de 1999 y Marc como de costumbre se despertó a las 6:30 de la mañana y se preparó para salir. Antes de salir se le hizo extraño que no hubiera nadie de la familia desayunando o duchándose, pero no le dio mayor importancia y salió de casa.
Ya en la calle llamo a su amigo Paco, con el que cada día iba al cole. Pero no contestaba y se empezó a preocupar porque Paco siempre era muy puntual. Igualmente, siguió su camino hasta la estación. Al llegar a la estación se percató de que no había nadie ni en la estación ni en el camino de llegada.
Ya dentro de la estación se cerraron todas las puertas de golpe. Marc se asustó mucho, ya que no podía salir de ahí y miró cuánto tardaban los trenes en llegar. En la pantalla no salía nada y se sentó a esperar.
Después de 15 minutos esperando apareció un tren muy extraño, ya que parecía no acabarse nunca, y decidió entrar. Al entrar las puertas se cerraron y estaba todo oscuro, vio que en el primer vagón del tren había una luz y se dirigió hacia ella.
Al llegar observó cómo en las ventanas ponía: "Bienvenido al tren de los recuerdos". Se empezaron a iluminar todas las ventanas del tren y empezaron a salir fotos y vídeos de toda su vida. En el primer vagón estaba él de recién nacido y, a medida que iba moviéndose hacia el final del tren, salían fotos y vídeos de él cada vez mayor; hasta llegar al final donde se le veía a él durmiendo y a su madre yendo a despertarlo. En ese momento Marc se despertó y se dio cuenta de que todo había sido un sueño.
Este sueño le hizo darse cuenta de la maravillosa vida que tenía y lo mucho que lo habían cuidado sus padres. Gracias a esto Marc empezó a valorar más lo que tenía y a ser más cariñoso con sus padres.
Categoría de 13 i 17 años. Fert Batxillerat