Berlín 1939
Era un día corriente, las mismas miradas grises, los mismos mensajes por megafonía sobre la obligatoriedad de ocupar el asiento asignado según la línea y el origen. La línea que le lllevaba a su trabajo tenía las medidas más coercitivas, en cambio en las líneas que llevaban a la zona alta de la ciudad todo era más relajado.
Al final de las escaleras estaban, había que bajar la mirada, enseñar el título, no hablar demasiado alto. El militar de soporte estaba reduciendo a un muchacho joven que enseñaba su título de transporte... a saber qué habría pasado , una mirada mal interpretada , una palabra más alta que otra....ese era el ambiente en el control aleatorio de billetes de una mañana cualquiera de un día gris.....fuera llovía, la libertad en aras de la seguridad había desaparecido hacía tiempo