Así te recuerdo

Mishell

Hace un año que tengo la misma rutina, el  jueves de cada dos semanas a las 10:15 de la mañana espero el bus. Siempre tomo la línea 22 que va desde El Carmel hasta Plaça de Catalunya, pero me bajo en la parada que se llama Metro Pg. de Gracia, allí tampoco suele haber mucha gente, lo cual me agrada.


Estos viajes cada dos semanas son para pasear, solía hacerlos con mi abuela pero desde que falleció he decidido continuar yo sola, por su memoria; nos sentábamos a mirar las calles a través de la ventana, a mirar y a escuchar como pasaba la vida delante de nosotras. Al llegar a nuestro destino, caminábamos hasta el Teatro Coliseum si había función, era seguro que mi abuela tenía entradas para las dos, si no, nos hacíamos siempre sin falta una foto juntas frente al edificio y después nos marchábamos.


Después, íbamos a la Horchatería La Valenciana a por horchata, nos sentábamos por lo menos una hora en aquel local, me contaba una gran cantidad de cosas y aunque alguna que otra vez me volvía a contar las mismas historias, siempre reaccioné como si fuera la primera vez. Mi abuela tenía 93 años, se olvidaba de cosas simples, a los 92 le habían detectado principio de Alzheimer, aunque siempre pensé que afortunadamente en su caso, la enfermedad avanzaba despacio, ya que nunca llegué a verla confundida y si olvidaba cosas eran detalles del pasado, y del presente, tenía momentos como cuando me volvía a contar aquellas historias repetidas que tanto disfrutaba.


Tristemente, mi abuela contrajo Covid, se complicó su situación en el hospital y sus pulmones no resistieron...


Seguir con mi rutina me calma, me trae buenos recuerdos, sentarme en el bus, en los mismos lugares donde solía sentarme con ella, me hace sentir que aún me queda algo suyo, mirar las calles y a las personas a través de la ventana del bus como hacíamos juntas.


Recuerdo llorar en silencio las primeras veces que volví a hacer este viaje en bus sola, pero ya no lloro, ahora sonrío, porque sé que mientras esta línea del bus siga funcionando, podré seguir reviviendo el tiempo que pasé con mi abuela.

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