EL ABRIGO NEGRO LARGO
Estaba sentada en uno de los bancos de la Estación la Sagrera, a duras penas entendía lo que pasaba a mi alrededor, me sentía desorientada. Ví a un señor gritar a su hijo que se movía sin parar, a unos trabajadores de construcción con sus botas y ropa llena de tierra y cemento, con sus miradas cansadas, también vi a una pareja joven besarse desenfrenadamente, como si fuese su último beso, luego a una chica muy bonita con un abrigo negro largo.
Me viene un recuerdo, me estaba maquillando, tenía puesta una falda de lentejuelas grises, un top con la espalda descubierta y unas bellas botas color rosa patente, que me estrenaba esa noche.... me puse un abrigo negro largo para cubrirme del frío.
Otro recuerdo... estoy bailando en la discoteca, la música está alta y estoy eufórica bebiendo sin parar.
Me duele el cuerpo, me duele mucho, no entiendo qué hago en esta estación, ni por qué estoy sentada en este banco.
Viene otro recuerdo, estoy llorando desconsolada y camino hacia la estación del Metro Sant Antoni (Linea 2) me acaban de dar una noticia, pero no lo recuerdo bien ¿por qué lloro? ¿tan mala es?
Un joven se sienta a mi lado en el banco de la estación, está haciendo sus deberes apresuradamente mientras su madre lo llama irresponsable; veo sus hojas, matemáticas sencillas, no las contesta correctamente, ese deber no está bien, pero no digo nada, no me quiero entrometer.
El dolor de cabeza es punzante, no entiendo ¿Dónde esta mi abrigo negro largo? No lo llevo puesto.
Me llega otro recuerdo, estoy en el baño de la discoteca e intento sostenerme para utilizar el lavabo pero se me dificulta, unos brazos morenos me ayudan, están fuertes y tienen muchos tatuajes, cierro los ojos para descansar y cuando los abro el hombre pelirrojo no me deja descansar, no logro ver bien su rostro, está borroso, volteo un poco, ya no es pelirrojo, más bien es blanco, cabellos oscuros y un poco delgado; intento respirar, me encuentro adormecida, quiero decirle algo y no puedo, el chico que más bien luce algo pasado de kilos y con barba espesa no me escucha. No entiendo muy bien estos recuerdos fugaces.
El joven irresponsable se ha subido al vagón al lado de su madre enfadada, hay mucha gente alrededor, pero no siento más que un dolor en todo el cuerpo y frío, mucho frío.
¿Dónde está mi abrigo negro largo?
Viene a mi memoria: ¡es mi abrigo negro largo! está en un sillón y yo al lado vomitando. Al parecer me siento peor que ahora, me veo al espejo, estoy pálida y tengo una rara erupción en la piel.
Ya comienzo a entender por qué estoy sentada aquí, no puedo moverme, lo he intentado, pero no puedo levantarme.
Llega a mi memoria que estoy en un consultorio y el médico me está dando indicaciones, escucho un pitido, intento entender lo que me dice, me explica que no hay cura pero existen buenos tratamientos que mejoran mi calidad de vida y ayudan a reducir la carga viral.
Ya puedo ver mi abrigo negro largo, lo coloqué en el mismo banco donde estoy sentada ahora y caminé hacia las vías, veo que se acerca el metro y no dejo de caminar.
Sigo desorientada ¿porqué no está aquí donde lo dejé? ¿por qué no esta aquí mi abrigo negro largo?