Vagón 6051

Sonya

15 de Diciembre de 2023


 


7.34, estación Fondo, línea 1.


Hoy llego tarde, bajo los escalones deprisa y suerte que el bolso no pesa demasiado porque puedo ponerme en cinco segundos en el andén.


Miro a un lado y a otro pero no le veo, me pongo nerviosa pensando que ese día no vendrá. Pero es entonces cuando aparece. Pasa por detrás de mí y como habitualmente se sitúa junto al tercer banco, ese que quedará  delante de la primera puerta del segundo vagón. 


Sonrío tontamente, lo sé, pero me da igual. Es tan bonito ese momento cada mañana que no puede importarme nada más que  disfrutarlo.


Vagón 6051, hoy está especialmente lleno y estamos uno frente al otro. Se me acelera el corazón, ¿es posible?. Hace un año que nos cruzamos cada día, a la misma hora y en la misma línea. A veces pienso que se me ha ido la cabeza otras que me he enamorado pero, no sé, no hago daño a nadie y creo que sigo bastante cuerda así que me permito seguir soñando.


 


4 de Agosto de 2024


 


7.30 de la mañana, estación Fondo, línea 9.


Hace diez días que nuestra línea de metro está en obras y no le veo. Cómo han cambiado mis mañanas, a peor.


No sé si volveremos a encontrarnos pero sabía que esto algún día tenía que pasar.


Entro en el vagón con la mirada baja y triste. Suerte que la línea no es una de las más concurridas y consigo sentarme.


-Anda la chica del metro


-¿Perdona?


Me giro enfadada hacia el chico que se sienta a mi lado y que con su comentario me saca de mis pensamientos pero cuando  le miro, el ánimo me cambia de repente. Es él.


-Disculpa mi impulsividad, es que nos veíamos cada mañana en el mismo vagón y ya me resultas familiar- y sonríe de una manera tan dulce…


No sé donde meterme y me quedo en silencio unos segundos, los justos para que él se sienta incómodo por haberme hablado y baje la vista a su móvil dispuesto a dejarme tranquila. 


Y en esos segundos se me pasa toda nuestra historia por la mente, las esperas en el andén, los trayectos en el mismo vagón, sus ojos, su cara, mis sueños…. y suerte de ello que puedo decir; -Ah si, te recuerdo, es verdad.


Volvemos a mirarnos, por segunda vez me sonríe y yo embelesada por esa sonrisa ya no puedo parar de hablar:


-Parece que vamos a tener que estar un tiempo cogiendo esta línea.


-Si, un mes más por lo menos. Habrá que tener paciencia y ver el lado positivo; al menos en esta linea podemos ir sentados y yo al llegar tengo un trocito caminando, gimnasia gratis.


-Yo igual, ¿dónde trabajas tu? 


-En Glòries, calle Llacuna 


-Yo al lado pero en Avda. Diagonal.


-¿Si te parece podemos hacer el paseo juntos?


-Por supuesto, será menos aburrido. 


 


24 de Febrero de 2025


 


-María llegamos tarde, el juez no espera.


-Dani no me presiones que al final me dejaré algo.


-Con que tengamos las alianzas, los DNI y los testigos ya es suficiente. Venga que estás tan preciosa como siempre.


-Los zapatos, los zapatos, que no entran.


-María, los llevas al revés.


-Ay si, que desastre… ¿Llamaste a la pastelería?


-Si, todo en orden, el vagón del pastel llevará nuestro número, el 6051.


-¿Sabes que te quiero?


-¿Sabes que te amo?


Y mientras nos besamos despacio, con toda la ternura del mundo, sé que ya no volverá a ser un sueño, que ya no dejaré de estar a su lado, que aunque pudieran  pasarnos mil historias y la vida nos pusiera a prueba millones de veces, él y yo ya hemos conectado a un nivel superior y especial, ese en el que solo unos pocos privilegiados conseguimos experimentar la máxima felicidad.


 


 

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