Viaje al fondo de la tierra y al mundo
¡Por fin! ¡Por fin había conseguido instalar la aplicación de TMBApp en mi móvil! ¡Llevaba días y no había manera de conseguirlo! Me lo atribuía a mis 60 años, pero solo pensarlo me activaba a luchar más para poder llevar mi billete en el móvil. Decidida como estaba, me tranquilizó un chaval de unos 17 años que se sentó a mi lado en el vagón del metro y al que le pregunté algún paso de la instalación de la aplicación. "No sé, yo no lo he conseguido, lo he intentado y no he podido", me dijo. "¡Qué alivio!" pensé, fue un aliento a mi constancia: no, no era yo, ¡no era mi edad! Es que lo han puesto muy complicado...
¡Seguí en ello! Da mucho de sí el tiempo viajar en la L2 desde el inicio hasta el final: 18 estaciones. ¡Y lo conseguí! Iba feliz mirando mi TMBApp i la T-m cartera electrónica, deseando utilizarla ...
Y llegó el día, llegó el día de ponerla en funcionamiento, llegué a la parada, puse mi móvil y ¡nada! no se abría. Pedí ayuda al personal del metro "Pues no sé muy bien cómo va", y yo: "Pues tengo mucha prisa": Y ante esa situación crítica... ¡Me colé! La primera vez en mi vida, la primera vez que sentí que estaba estafando a los ciudadanos de Barcelona, la primera vez que pensaba que estaba cometiendo un delito. Y ¿cómo salgo? Pues voy a tener que seguir el modelo de esos que se ponen detrás y salen contigo...(Después recordé en mi mente aquellos que saltan por encima de las puertas de acceso y ya me veía como ellos...)
Total, que a la vuelta, conté con la amable predisposición de una trabajadora del metro de la estación de Universitat en la que me enseñó que para que funcionara la ntc tenía que tener datos en el móvil y éste acercarlo por la parte de detrás al dispositivo de la puerta de acceso.
¡Y SIIIIII! Funcionó, funcionó porque puede entrar y porque vi que ya no tenía 10 viajes, sino 9... ¡OLEEE!¡Lo conseguí!!