La carta

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La carta


Megafonia: propera parada plaça Catalunya


Querido Jaume, si estás leyendo esta carta es porque habré muerto.


Siempre tuve mis diferencias con tu padre, por este motivo esta carta va dirigida a ti y no a él. 


El 16 de febrero de 1918 mi hermano pequeño Javier y yo llegamos en una humeante y ruidosa locomotora a la estación de Francia de Barcelona procedentes como tantos otros de Andalucía (en nuestro caso Palma del Río)en busca de oportunidades. Después de deambular durante horas por la zona portuaria, decidimos descansar y llenar nuestros famélicos estómagos con la última hogaza de pan y el pedazo de queso que sobró del largo viaje.


Mientras nuestra mirada se perdía entre la algarabía del trajín portuario escuchamos una voz femenina a nuestras espaldas: “ozú mi arma cada vez llegan má jóvenes”


A ver, criaturas, ¿dónde dormís hoy?


Mi hermano y yo levantamos los hombros, confirmando nuestra ausencia de planes.


La mujer nos condujo colina arriba hasta que apareció un enorme conjunto irregular de tablas de madera, placas de uralita y muros de ladrillos en lo que pretendía ser un poblado chabolista, donde hoy se encuentra el estadio olímpico de Montjuïc. No había ni luz ni agua ni letrina. Los mismos pobladores construían un precario sistema de vertido de aguas negras.


A los dos días se nos acercó un hombre de fuera del poblado y nos preguntó a Javier y a mí si queríamos ganar unas “perras”. Nos miramos en el acto y aceptamos. Al día siguiente nos recogió en un coche negro en cuyo interior había tres jóvenes de edad similar a la nuestra. Nos llevó al centro y una vez fuera del auto nos presentó a Manolo, el que resultaría ser nuestro capataz.


Manolo nos contó que trabajaríamos en la construccion de los túneles del nuevo metro de barcelona. Nuestro trabajo consistía en tirar de unas vagonetas cargadas de piedras, una jornada de 12 horas a cambio de 2 pesetas y un mendrugo de pan.


Quiero que sepas, Jaume, que muchos jóvenes como nosotros murieron exhaustos en esos túneles. Muertos anónimos que oficialmente jamás salieron a la luz.


Demasiados años lleva mi silencio atormentando mi corazón.


Por todo ello te pido que vayas al pueblo, en mi habitación encontrarás un baúl a los pies de la cama, dentro hay una vieja caja metálica color burdeos. Entre fotos antiguas encontrarás un sobre amarillento que contiene la lista de los trabajadores que perdieron la vida en esos túneles.


Lamentablemente no conseguimos encontrar la localizacion exacta donde fueron emparedados, ya que ocultaban los cuerpos al finalizar nuestra jornada.


Como te he explicado al principio, no compartí este secreto con tu padre porque siempre renegó de mi origen y se avergonzaba del mismo. Además, podría destruir esta información debido a su actual cargo en el Ayuntamiento de Barcelona, es por ello que deposito mi confianza en ti, esperando que tu afán de búsqueda de la verdad como periodista de investigación restaure la memoria de las víctimas de la contrucción del metro de Barcelona.


 


José Carmona oliveras         Palma del Rio. 13 de enero 2025


 


Megafonía : propera parada Passeig de Gràcia benvinguts al túnel del temps.


 


 

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