Paula y la piedra del mal y del bien

Maia

Hace varios años, en Barcelona vivía una niña llamada Paula. Un día, Paula estaba en su casa leyendo un libro antiguo que había pertenecido a sus antepasados. De repente… en la página 342 encontró un escrito que decía En el corazón de Barcelona se guarda la Piedra del Mal. Paula paró de leer, le sonaba mucho el nombre de la piedra. Pensó y pensó, hasta que al fin dijo, ¡Claro, la Piedra del Mal! Cuenta la leyenda que me explicó mi bisabuelo que el malvado Mago Oscuro hace años que está buscando la piedra para ser él quien tenga todo el poder y traer el mal al mundo.


Paula pensó, ¿Pero no hay nadie que pueda detenerlo? Miró por toda la página una y otra vez en busca de alguna pista y al fin, en una esquina, encontró lo que buscaba: sólo una persona de buen corazón puede transformar el poder de la piedra del mal. Paula era alguien con muy buen corazón, entonces, después de pensar, pensar y pensar, decidió que sería ella quien vencería al mal. Y para eso, tenía que encontrar la piedra antes que el Mago Oscuro.


Paula buscó detenidamente en el libro y en una de las últimas páginas encontró un mapa de Barcelona en el que había dibujada una equis sobre Montjuïc. Así que decidió que su búsqueda comenzaría allí. Preparó su mochila con todas las cosas que necesitaría y cogió la L3 y luego el funicular de Montjuïc.


Cuando llegó a su destino, se preguntó dónde debía buscar y se le ocurrió que el castillo sería un buen sitio para esconder la piedra. Pero tenía hambre, así que antes de subir, se comió el bocadillo que había preparado. Paula era una aventurera muy previsora.


Cuando terminó de comer, subió al castillo y fue fijándose en cada detalle de cada roca, como Sherlock Holmes. Y así fue como encontró algo muy interesante y emocionante: en un agujero en la muralla encontró una pequeña palanca que no dudó en mover, y al hacerlo, se abrió una puertecilla con aspecto antiguo. Paula entró en el pasadizo que se reveló tras la puertecilla. Estaba oscuro, pero ella estaba preparada, se había traído la linterna de su hermano en la mochila.


Con la linterna encendida caminó por el pasadizo y de repente vio algo brillante que le llamó la atención. Se acercó a la luz y vio que se trataba de una piedra de color rojo. Junto a ella había un pergamino que decía: Si has encontrado la piedra, pon tus manos sobre ella y obedecerá a tu corazón.


Paula hizo lo que ponía en el pergamino y la piedra cambió de color, del rojo al verde. Paula sintió una alegría que nunca antes había sentido. Y con esa alegría tan potente gritó ¡He conseguido encontrar la piedra antes que el Mago Oscuro! ¡Viva yo! 


Pero entonces apareció el Mago Oscuro  


-¡Dame la piedra!-gritó el mago.


-¡No te la daré!-respondió Paula. 


-Maldita niñata, dame la piedra.


-Si quieres la piedra, ¡cógela! 


Y Paula empezó a correr. Pero Paula no sabía que el mago tenía poderes oscuros y entonces el mago utilizó uno y dijo petra veni, y la piedra apareció en su mano. 


Pero como Paula había convertido la Piedra del Mal en la Piedra del Bien gracias a su buen corazón, cuando el mago tocó la piedra, se petrificó y Paula empezó a celebrarlo diciendo ¡Toma ésa! ¡He ganado al Mago Oscuro! ¡Toma ésa! 


Y quien no se lo quiera creer, que lo vaya a ver.


FIN

Categoria de 8 a 12 anys. Escola Univers

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