LAS PARADAS MÁGICAS
Un día cualquiera, mucha gente, como es lo normal, estaba esperando en el metro a que llegara el suyo, era precioso. En ese metro cada parada era como un mundo diferente, la parada en la que estábamos estaba llena de mariposas.
Por fin llegaba el metro, había tenido un poco de retraso, pero ya estaba allí, preparado para llevar personas, había muchos turistas que no habían visto nunca eso y estaban muy impresionados.
Se subieron todos dentro y empezó el viaje. Cada vez que pasaban por una parada, la gente sacaba la cabeza por la ventanilla y se quedaba flipando, pasaron por muchas paradas como la de los unicornios, o la de las brujas, o la de los coches…
Pero ¿cómo podía ser? Se había colado una bruja de la parada de las brujas en el metro y estaba aterrorizando a todo el mundo, los pasajeros se morían de miedo, hasta que llegó un hada de la parada de las hadas y derrotó a la bruja.
No fue el único incidente, también se coló un perro de la parada de los perros y mordía a todo el mundo, pero llegó un gato de la parada de los gatos y le asustó.
Y por último tuvieron otro incidente, se coló un toro de la parada de los toros y persiguió a los pasajeros, pero llegó una vaca de la parada de las vacas y le asustó.
De repente, entró un supervillano de la parada de los villanos, pero esa vez no vino nadie porque en ese momento el tren se volvió loco y no paraba en las paradas, y justo la primera parada que se saltó era la de los superhéroes.
El supervillano iba robando cosas, los pasajeros gritaban sin parar, pasaron unas horas, la gente llamaba a la policía con sus móviles, pero no había cobertura.
Entonces escucharon un ruido en la parte trasera del metro. Todos corrieron hacia allí para ver qué sucedía, y para su sorpresa estaba Superman en la parte trasera y en ese momento se subió a la parte de arriba del metro. Entonces el supervillano se subió también y tuvo una pelea con Superman. Pero no una pelea discutiendo, sino una pelea pegándose, dándose puñetazos…
Después de mucho rato apareció Superman dentro del tren y lo paró. Entonces cogió al supervillano y llamó a la policía. Media hora después, se llevaron al supervillano a la cárcel.
Después de que se llevaran al supervillano, el maquinista se disculpó con sus pasajeros y se fue. Que, por cierto, el maquinista del metro de las paradas mágicas era un elfo mágico con muchos poderes.
Fue un viaje muy bonito, curioso… pero también se llevaron muchos sustos desagradables, a todo el mundo le encantó el metro de las paradas mágicas.
Ese metro cada día llevaba unas mil personas, a la mayoría se lo habían recomendado antiguos pasajeros que ya habían estado por allí, pero mantenían el secreto entre ellos de…. “El metro de las paradas mágicas”.
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