Sombra en el metro

Juan Sebastián

Hace unos años, mientras vivía en Barcelona, tuve una experiencia


inolvidable en el metro. Era un día entre semana, por la tarde, y estaba en


mi camino hacia la universidad para asistir a una conferencia. El metro


estaba bastante lleno, como de costumbre, pero todavía había algunos


asientos vacíos en el vagón.


Mientras esperaba en la estación, vi a una mujer mayor que parecía


tener dificultades para subir al metro. Me acerqué a ella para ofrecerle


mi ayuda y ella amablemente aceptó. La ayudé a subir al vagón y a


encontrar un asiento. Después de asegurarse de que estaba cómoda,


me senté en un asiento cercano.


Mientras el metro avanzaba, noté que la mujer se había quedado


dormida en su asiento. Como ya había llegado a mi parada, me levanté


para bajar del metro, pero me detuve cuando vi que el bolso de la mujer


se había caído al suelo. Me agaché para recogerlo y, al hacerlo, noté


que había un sobre con dinero en efectivo en su bolso.


En lugar de ignorarlo y bajarme del metro, me di cuenta de que debía


intentar devolverle el dinero a la mujer. Me acerqué a ella y traté de


despertarla, pero ella estaba profundamente dormida. Entonces, decidí


llevar el sobre y buscar información sobre la mujer en la dirección que


aparecía en su DNI.


Cuando llegué a la dirección, descubrí que la mujer vivía en una


residencia de ancianos. Me acerqué al personal de la residencia y les


expliqué la situación. Me agradecieron mi gesto y prometieron que se


aseguraría de que el dinero llegará a la mujer.


Después de regresar a mi casa, me sentí aliviado por haber hecho lo


correcto y por haber ayudado a alguien en necesidad. La experiencia


me recordó que, incluso en una gran ciudad como Barcelona, todavía


hay personas que necesitan nuestra ayuda y que podemos hacer una


diferencia en sus vidas si estamos dispuestos a prestar atención y


actuar en consecuencia.


Desde entonces, he intentado ser más consciente de mi entorno y de


las personas que me rodean, y he tratado de ser más solidario y amable


con los demás. A veces, las pequeñas acciones pueden tener un gran


impacto en la vida de alguien y esta experiencia en el metro de


Barcelona fue un gran ejemplo de ello.

Categoria de 13 a 17 anys. Institució Igualada

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