Primer día de clase

Daniel

No pude evitar preguntarme si mis palmas sudorosas se debían a los nervios o simplemente al metro cargado. Hoy fue un gran día para mí, fue mi primer día de clases. Estaba a punto de conocer a un montón de gente nueva con la que nunca había hablado antes. Tal vez por eso me sentía tan nervioso.


Hace solo unas semanas que vivo en España y ahora es el momento de ir a la escuela. No sabía mucho catalán, y mis habilidades en español tampoco eran de primera categoría. Es un poco difícil venir de los Estados Unidos y, a veces, deseaba poder regresar. Pero en el fondo, sabía que eso no era posible. Las cosas pueden complicarse en este mundo moderno, ¿sabes?


El viaje en metro se sintió extrañamente tranquilo, casi como estar en medio de un bosque tranquilo. La naturaleza es lo mío, así que disfruté de la paz. De vez en cuando, la voz de arriba interrumpía el silencio para anunciar la próxima parada. Era una sensación de paz dentro del tren, y yo no quería irme. Pero sabía que mi tiempo en el tren se estaba acabando.


Justo cuando la voz de arriba anunció mi parada, en secreto deseé poder quedarme en el tren, incluso si hacía mucho calor adentro. Pero, por desgracia, habíamos llegado a nuestro destino. Dudé por un momento, pero cuando sentí la brisa afuera, supe que tenía que bajar. Y así, di ese paso y me aventuré hacia lo desconocido.


Tan pronto como entré a la escuela, los tutores y consejeros estaban allí, listos para recibirme. Me presentaron a mis compañeros de clase, que estaban emocionados de conocer a alguien de América del Norte. Fueron muy amables y me mostraron la escuela. Mis nervios se desvanecieron y en realidad estaba deseando volver al día siguiente.


El día llegó a su fin lentamente, indicando que era hora de irse. Recordé algo que mi amigo dijo una vez: “La vida está llena de aventuras, y si tienes demasiado miedo de emprenderlas, entonces no llegarás a ninguna parte”. Eso se quedó conmigo.


Me dirigí al metro y esperé pacientemente mi tren. De repente, para mi sorpresa, una chica de mi clase apareció en el lado opuesto de la plataforma. Justo en ese momento, supe que este era el comienzo de otra emocionante aventura.

Categoria de 13 a 17 anys. Institut Josep Serrat i Bonastre

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