CONEXIONES INESPERADAS: MI PRIMER DÍA DE COLE

Zara

Me llamo Nadia, una adolescente de 15 años. Soy una chica introvertida, pero amistosa. Me gusta la naturaleza y vivo sola con mi tía; mis padres murieron cuando era pequeña.


Era una mañana tranquila, cuando estaba durmiendo tranquilamente, y sonó mi alarma. Me desperté enseguida, me preparé y desayuné rápidamente, miré la hora y enseguida cogí la mochila y salí de casa.


Era nueva en la ciudad de Barcelona, me había mudado hacía muy poco. Aquel iba a ser mi primer día de cole, en una nueva escuela. Nunca había viajado en metro sola, pero para ir al cole tendría que hacerlo cada día. Mientras caminaba hacia la estación de metro, vi a un chico, con los ojos marrones claros, que le brillaban, y me pareció atractivo y majo. Él también estaba esperando en la parada. Tímidamente me acerqué así a él, y le pregunté si sabía si el metro llegaba a la escuela. Él me sonrió y me dijo que sí, que se dirigía a la misma escuela y que podíamos ir juntos. Cuando llegó el metro, entré y busqué un asiento libre. Quedaban dos. De repente, oí una voz que me pareció familiar. Era él, preguntándome si se podía sentar a mi lado, y le dije que sí. Comenzó a presentarse. Su nombre era Omar, y desde pequeño había a aquella escuela. Me explicó todo sobre mi nuevo colegio y también sobre las actividades extraescolares.


Salimos del metro juntos e inmediatamente vi el colegio. Mientras caminaba hacia la clase con él, me sorprendió no separarme en ningún momento de Omar. Resultó que él estaba en mi clase y que, por tanto, sería mi compañero. La profesora nos dejó sentarnos donde quisiéramos, así que Omar se sentó a mi lado. Mientras trabajábamos juntos en tareas y proyectos grupales, descubrí que Omar no solo era amable y servicial, sino también muy inteligente. Era el más guapo de la clase y todas las chicas se enamoraban de él, pero él no les hacía caso. Poco a poco nos hicimos muy buenos amigos, y nuestro encuentro inicial en la estación de metro se convirtió en un hermoso recuerdo para los dos.


Años más tarde, nos graduamos en la escuela secundaria con gran éxito, estuvimos en la ceremonia en la que se otorgan títulos y diplomas escolares y preuniversitarios. La escuela nos había organizado una fiesta de graduación en el gran parque de Cervantes, decorada con globos y repleta de pasteles, deliciosa comida y regalos para todos nosotros. Antes de que terminara la fiesta, Omar me propuso matrimonio delante de todo el mundo, con un precioso anillo. Se le veía emocionado y nervioso, pero después de pensar en los inolvidables momentos que pasamos juntos, lo acepté. Todos nuestros compañeros comenzaron a gritar de alegría. Nos abrazamos fuertemente. Creo que fue el mejor día de mi vida.


Nos graduamos y fuimos a la misma universidad. Aunque nos separamos después de la universidad, mantuvimos una buena relación. Siempre que hablábamos de la escuela, recordábamos el encuentro casual que nos unió. Sabíamos que nuestra amistad estaba destinada a mantenerse y estábamos agradecidos por la forma inesperada en que el destino nos había unido una mañana en el metro de Barcelona.

Categoria de 13 a 17 anys. Institut Miquel Tarradell

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