Nicolás

Isabella

Nicolás tenía diez años. Era un niño muy valiente y juguetón. Un buen día, se puso el uniforme del colegio, siguió su rutina habitual y salió de casa, sólo, como siempre. Empezó a caminar por Barcelona hasta llegar a la estación del metro. Cuando llegó escaneó su billete de tren en los molinillos de la entrada y esperó a que llegase el tren. Como eran las seis de la mañana, a esa hora no había nadie en la estación, así que se puso a repasar en voz alta para el examen de ese día. ¡Por fin! ¡Ha llegado el tren! Nick se sube y se sienta en el primer asiento libre que ve. Sorprendentemente, ese tren tenía baño y, como cualquier niño de diez años, fue a explorarlo. No pasaron ni veinte minutos, cuando tuvo que salir por que el tren se estaba moviendo tan bruscamente que era inseguro estar ahí dentro. Como Nick era amigo del “capitán” ,como lo llama él del tren, se dirigió hacia la “cabina del piloto” para ver si todo iba bien. Cuando abre la puerta se encuentra a Oswaldo con mucha sangre en el pecho. En ese ese momento Nick estaba paralizado, con mucho miedo y no se podía mover pero vio como un tren se estaba dirigiendo directamente hacia ellos. Él, como es tan fanático de los videojuegos de trenes, sabía como arreglarlo, a si que tocó la bocina, pisó el freno y redireccionó el tren hacia otra vía. Lo que no sabía el pobre muchacho es que esta vía estaba cortada por un desprendimiento. Nick se sentía un héroe por haber salvado el tren, pero segundos después, el tren comenzó a caer al vacío. El tren estaba a punto de impactar cuando…


--Nicolás, deja de jugar con la maqueta de tu padre que vamos a comer --le dice la madre desde la cocina.


 

Categoria de 13 a 17 anys. Institució Igualada

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