Confusión

Hugo

Hace aproximadamente tres meses viví una de las experiencias más inexplicables de mi vida, la cual seguramente recordaré con mi amigo Lucas Riera hasta el fin de los tiempos. La historia comienza un 1 de marzo , un día antes de la magnífica e inesperada boda de mi amigo Lucas, el cual encontró el amor de su vida en el metro, en una línea que se ha convertido en un emblema y un recuerdo para él y toda su familia. Este paréntesis lo cuento porque en memoria de este precioso encuentro a la mujer de Lucas, se le ocurrió celebrar la boda en una parroquia y un local cerca de plaza España, donde estos dos se conocieron.


El día anterior de la boda, me encontraba con Lucas en la parroquia, planificando y montando todo para la fiesta de después en el local más grande de Barcelona. Cuando por fin llegó la boda, me subí al metro L3 con mi mujer y nos dirigimos a la plaza España, la verdad es que por error mío llegábamos muy justos y nos subimos a las 12:30 cuando empezaba 30 minutos después. Una vez dentro ya tratamos de tranquilizarnos, pero, justo en la parada después de plaza Cataluña, donde yo me había subido, apareció un chico de unos 19 años que, aun estando encapuchado, me resultaba muy familiar.


Me detuve durante unos segundos para centrarme en él que, aunque estaba en el vagón de al lado, no podía estar más seguro de que era él, y no hablo de otro que, de Pedro González, más conocido como Pedri, jugador del Fútbol Club Barcelona y un ídolo para mí. En esta situación, se me pasó por la cabeza la idea de escurrirme entre la gente, en un metro repleto de turistas con ganas de gastar y pasárselo bien. Agarré de la mano a mi mujer y empecé a apartar turistas; uno respondió agarrándome del chaqué, a lo que actué con mucha compasión, pidiéndole perdón, pero él trató de golpearme con su puño, y me rozó la cara golpeándole a otro turista, que se giró y, pensándose que el causante había sido yo, me dañó todo el rostro.


Frente a esta situación de nervios e ira, mi mujer me llevó hacia atrás, evitando la batalla campal que se había formado, y yo, aún con mi idea de hacerme una foto con Pedri, recé porque bajase en la misma parada que yo. Y así fue, casualmente; yo, con la cara dolida y la nariz llena de sangre, me puse a perseguirlo. Después de cinco minutos persiguiéndolo vi que entraba a la parroquia donde Lucas se casaba. Cuando me dispuse a entrar, escuché un silencio terrorífico. A continuación, le toqué la espalda Pedri, y para mi pesar, había sido solamente una confusión, ya que ese era un conocido de Lucas.


Ese momento en el cual estoy totalmente avergonzado y tengo a toda la parroquia, observándome el rostro en sangrado, lo recuerdo como uno de los peores instantes de mi vida, los cuales se vieron compensados en lo que quedaba de día. Lucas y su mujer se casaron e hicieron una planificación tan correcta que, a pesar de lo ocurrido, fueron capaces de ayudarme a encontrar en esa tragedia uno de los mejores días de mi vida.

Categoria de 13 a 17 anys. Fert Batxillerat

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