El metro mágico

Aina

En una oscura noche de primavera y el día anterior a la jubilación de la actual reina, se encuentran dos águilas en un agujero del tamaño de una persona grande, que en realidad no son águilas, el agujero es perteneciente a un árbol subterráneo que hay en una estación de metro abandonada, que para ella, la heredera al trono de la ciudad de las hadas, es su casa. Manaf es su nombre, es la sobrina de la reina y también es una hada. Su madre murió hacía casi un año y le dejó, en herencia, una única pulsera dorada, pero mágica. Ella no sabe si su madre sabía que era mágica o no, pero a Manaf no le dijo nada al respecto. Su madre ya la había utilizado antes de dársela.


Si su madre sabía que era mágica, ¿cuánto tiempo llevaría usándola antes de morir?


Su padre, en cambio, no sabía si seguía vivo o no, ya que él las abandonó a Manaf y a su madre hacía tanto tiempo que no se podía acordar de nada sobre él.


 


Al día siguiente, en el cual comenzaba su momento de reinar, se despertó al oír una extraña bocina cerca del árbol, pero pensó que se lo había imaginado por los nervios del primer día de reinado y pensó que su cuerpo la despertó antes por alguna razón. Decidió ignorarlo, mínimo por el momento.


Empezó a arreglarse para la ceremonia de la coronación. Se puso el vestido azul cian que tenía preparado y se puso su querido brazalete, el único recuerdo que tenía de su madre.


 


Cuando ya lo tenía todo preparado salió y se dirigió al castillo para todo el proceso que tenía que pasar antes de la ceremonia.


 


Llegó allí y notó como el suelo temblaba bajo sus pies. Volvió a oír esa extraña bocina. Está vez no la ignoró, se puso a buscar el lugar del que provenía, pero desgraciadamente dejó de oírse y no llegó a encontrar el lugar de origen del sonido.


 


Manaf acabó con los preparativos de antes de la ceremonia y volvió a su hogar para cambiarse de vestido y ponerse el de la coronación, pero se retrasó un poco al volver a escuchar la bocina. En este caso, no la ignoró y se dió cuenta que este sonido le indicaba que algo iba a suceder.


 


Una vez iniciada la ceremonia tuvieron actividades para todas las personas y para todas las edades, juegos, actividades de cocina, baile…


 


El transcurso del tiempo fue pasando cada vez más rápido. La última actividad tuvo lugar a la medianoche y fue un baile entre ella y otros reyes de alrededor del mundo.


 


Cuando Manaf estuvo bailando con el último rey las manos le comenzaron a palidecer por el cansancio que sentía, pero no solo era eso, sino que la magia que escondía el brazalete se está despertando. De pronto volvió a oír el sonido de la bocina y se puso alerta. El suelo que tenía debajo de sus pies comenzó a destruirse. Todos los asistentes a la fiesta corrían y de pronto vio aparecer el vagón de metro en el que ella vivía y que consideraba su mascota. Había cobrado vida y avanzaba hacia ella para salvarla de la muerte. Ese metro que descansa en la estación fantasma entre las paradas “Urquinaona” y “Jaume I” del subsuelo de Barcelona le salvó, pero puso al descubierto la existencia de la magia. Nadie nunca más la dejaría en paz, todos querían aprovecharse de la magia.


 


Acabó la ceremonia muy tarde y con Manaf firmando autógrafos y a petición de la gente le hizo un pequeño hechizo al tren y él también acabó f


irmando autógrafos.

Categoria de 8 a 12 anys. I E El molí

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