Un ratito
¿Cuántas veces me habré hecho esta carretera? ¿Cuántas subidas y cuántas bajadas? ¿Cuántas feliz y cuántas enfadada? ¿Cuántas cantando a pulmón abierto y cuántas en silencio? ¿Cuántas habré querido que no acabe nunca el viaje y cuántas llegar ya?
Llego a Barcelona y cojo el metro, cosa que nunca he hecho y siempre he querido hacer, gracias a la dichosa claustrofobia.
Personas y más personas. Suben unas, bajan otras. Me regalan una sonrisas y tres empujones también.
Una mujer con muchas plantas y un chico cantando, que me hacen el viaje ameno.
Bajo, cojo aire, y ahora toca el tren.
Roses se acerca, y que ganas tenía ya de ello. Aunque sea solo por un ratito.
Un ratito con una parte de mí, vosotros. Veros sonreírme con mucho amor en los ojos. Un ratito de besos, otro de abrazos, otro de besos y abrazos. Replay. Un ratito aquí. Un ratito ahí. Un ratito en mi habitación. Un ratito patinando. Un ratito oliendo el mar, o dos si pueden ser. Sí, dos ratitos oliendo el mar. Uno, dos y tres cafés de mi cafetera. Dosis máxima de felicidad. Felicidad en cada poro. Agradecimiento lento.