La vida en el metro

Caminhante

Entro en el metro. Son las 14.30h del mediodía día , he acabado de trabajar , está lleno de gente,y no hay sitio ni para respirar.Me intento ubicar en una esquina,la persona que está a mi lado derecho me da un codazo,la que tengo a la izquierda desprende un olor a humanidad, parece mentira a estas horas del día.


Observo a la gente,es el lugar que no querían que se parara nunca,que continuara,para evitar llegar a su destino:el resultado de una prueba médica,la realización de un examen..ves las caras de la gente nerviosa, apuntes subrayados para el examen,o con el papel del médico.


Dirijo mi mirada a una chica que supongo que va al trabajo,saca de su bolso,un espejito y el maquillaje, primero se pinta los ojos,después los labios,y se echa colorete en las mejillas.Su aspecto cambia,parece otra,cuando acaba guarda todo en el bolso del que lo extrajo,se pone a hablar por el móvil.Enfrente una pareja de muchachos se prodigan abrazos,sonrisas y van cogidos de la mano,son jóvenes,sobre unos 25 años.Se encuentran de pie,y percibo que se abstraen de todos,se miran con complicidad,aquella que disponen las personas que se están enamoradas.Al final del vagón se encuentran dos chicas, tal vez compañeras de trabajo han extraído de sus mochilas un túper con comida,una come macarrones con tomate y la otra arroz con verduras.Mantienen una animada conversación.Enfrente una chica mira el móvil,la veo triste, lo lleva entre las manos,y una lágrima sale furtiva por su mejilla,intento averiguar qué le pasa, pero no lo logro.Su tristeza va aumentando,me da pena verla así,pero,no la conozco de nada y no puedo preguntarle qué le pasa .El muchacho que está próximo a mí,dormita,su cabeza se balancea de arriba abajo,cuando llega abajo vuelve a subir,así de nuevo.Hasta que un ruido lo despierta.


El metro se para y ahí estamos sin saber nada y nos informan que ha habido un suicidio.Una persona por diferentes motivos acaba con su vida.No saben a qué hora nos podremos mover,porque han de venir a realizar el levantamiento del cadáver.Es interminable.Lo único que me apetecía era llegar a casa,me había levantado temprano, pero esta noche no había dormido bien,y ahora el cansancio se agravó.Decido esperar,si en un tiempo prudencial no se ha agilizado todo,me iré.


Me pongo a pensar en la persona que yace en las vías,qué muerte más triste,qué problemas podía tener para haber desencadenado este fin¿tendría familia?¿cómo le comunicarían la noticia a la familia?¿Por qué no encontró a nadie antes de cometer este atroz acto?¿Sería joven?¿hombre o mujer?


 Mientras estoy absorta en mis pensamientos,los viajeros me preguntan si estoy bien.Hablamos,empezamos a saber del otros,todos nos vamos animando y apoyando.La conversación es agradable y se agradece en estas circunstancias.Una hora y media después vienen la policía y el forense para realizar los trámites.Al poco el tren vuelve a circular.La gente va bajando en sus paradas, se despiden y nos desean suerte.


La próxima es la mía,por fin he llegado a mi destino.Me despido de la gente con la que he conversado,les digo que a ver si nos vemos,si nos tomamos algo.La pareja de chicos me da razón,aunque sé que no nos veremos más,aquello que nació en el vagón de metro morirá al bajar de allí,algo pasajero como el mismo viaje que cada día realizo.


 El metro es lugar de paso en el que podemos realizar tantas actividades: dormir,comer, soñar,pensar, conocer gente y la más importante , nos transporta de un lugar a otro. A quien decide si vivir o no.


 


 

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