Hadas con sombrero (y otras criaturas del metro)
- ¿Ves esas flores amarillas que crecen junto al agua? Estoy segura de que son las que usan como sombrero las hadas que protegen esta fuente.
¿Era eso lo que Laura había dicho? No me acuerdo, en ese momento estaba muy ocupada tratando de mostrarle lo mal que me cae, aunque a penas la conozco. No ayuda lo haber pensado que se iba a hacer amiga mía proponiendo hoy lo de ir al laberinto de Horta para contarme cuentos para niños pequeños.
Pero bueno, ahí están ahora esos diminutos sombreros amarillos en movimiento.
Alucino. ¿Nadie más se está dando cuenta? Estamos sentadas en el vagón del metro que se ha quedado parado en la estación unos minutos de más y claro, me rodea gente que no levanta ni un segundo la cabeza de la pantalla del móvil.
Miro a mi derecha. Laura está a mi lado y apoya la cabeza en el hombro de mi madre, las dos dormitan con los ojos cerrados. ¿De verdad que soy la única que va a contemplar esto?
Al bajar al andén ya hemos notado las goteras en varios rincones y ahora, frente a mis ojos, veo caer el agua por la pared del túnel. Y sí, esas pequeñas mujercitas con alas y flores amarillas por gorro están intentado reparar la gotera con pequeñísimas herramientas.
Una de ellas me mira y se ajusta el gorro-flor. Yo me meto la mano en el bolsillo y saco una de esas flores amarillas que he arrancado para evitar tener que responder a las historietas de la nueva novia de mi madre. Nueva porque ya no está con mi padre. Nueva porque es una chica.
El hada me mira directamente y me guiña un ojo. Giro la cabeza hacia Laura, ella se despereza, abre los ojos, sonríe y también me guiña uno. La verdad es que puede que no me caiga tan mal… Cuenta buenas historias.
Abro su mano, la que tiene encima de la pierna, y le pongo dentro la flor. Después, apoyo también la cabeza en su hombro y cierro los ojos para seguir llenado de hadas este viaje en metro que estoy segura que nunca olvidaré.