MARIA CRISTINA
Amaia había decidido leer el contenido de los resultados que tenía en sus manos, sube la mirada y ve que la siguiente estación del metro será María Cristina, aunque no es allí hacia donde se dirige, decide bajarse, ve a los lados, se da cuenta que no hay muchas personas a su alrededor y procede a leer. Lágrimas empiezan a correr por sus mejillas, está embarazada, con solo 19 años, se siente fatal, cree que no podrá con esa responsabilidad. No sabe como reaccionará su novio ,quien es otro chiquillo.
Toma la decisión sola, debe pensar en su futuro. El llegar al centro médico le comenta a la enfermera lo que desea hacer, una mujer de unos 50 años o un poco mas, le dice a Amaia que luce preciosa, que puede intuir que tendrá una niña, aun cuando tenga una mirada triste, seguramente la amiga que toda su vida a buscado.
Las palabras de la mujer son acertadas, Amaia siente que es una señal y lo que dice la mujer es como una premonición.
¿Puedo saber su nombre? pregunta. - María Cristina, pero todos me llaman Merry.
Amaia se despide agradecida, llama a su novio y todo sigue su curso. Sus padres un poco enfadados deciden ayudar, su novio aunque asustado, decide hacerse responsable.
Pasan algunos meses y luego de varios ecosonogramas, le dicen que será niño. Amaia está feliz, piensa en algunos nombres y junto con su joven novio deciden llamarle Andrés.
Semana 40 de embarazo, el obstetra ha decido fijar fecha para inducir el parto, por que Andrés esta demorando en nacer.
Amaia ,quien goza de buena salud, sale de compras y está sentada en el metro viendo Instagram en su móvil, sentada siente que se mojan sus pantalones, aunque no tenía ganas de orinar. Se baja en la siguiente estación, se observa que sigue mojándose más.
Llama a su madre, ésta le dice que se calme ,que ha roto aguas, que el bebé está por nacer. Le pregunta dónde se encuentra para buscarla y llevarla al médico, Amaia sube la mirada. ¡Mamá, estoy en la estación del metro María Cristina!.
La madre la busca en la estación, han comenzado los dolores. Doce horas después de ardua labor de parto nace el bebé, 3700 kilos, mide 53 centímetros, es una preciosa niña.
Amaia entiende todo... es la premonición de aquella mujer.
¿Sabes qué nombre le pondrás? pregunta el médico; ella responde sin dudar ¡María Cristina ,ese será su nombre!.
10 años han pasado desde esos acontecimientos, hoy, tomada de la mano con su mejor amiga, Amaia le cuenta a su hija María Cristina el origen de su nombre.
Si te digo en que estación del metro se encuentra contándole toda la historia, "No lo creerías", asi es, en la Línea 3 de la TMB, estación María Cristina.