LO EXTRAORDINARIO DE LO ORDINARIO
"Nos pasamos la vida persiguiendo lo extraordinario y seguramente la felicidad no esté ahí, si no en lo ordinario, en las cosas sencillas que tenemos al alcance pero a las que no damos importancia, ¡amigo, que por la vida se pierde la vida!".
Ésto formaba parte de la conversación que inevitablemente escuchaba de los pasajeros con los que compartía asiento en el vagón.
Que mala suerte, yo que estaba de exámenes finales, mis13 paradas de metro con transbordo incluido, más otras cinco en la otra linea, era el rato ideal para poder rematar todo lo estudiado, que no era poco.
Me podría haber cambiado de sitio, incluso de vagón, pero con lo vacío que iba me resultaba un movimiento demasiado evidente y algo violento.
Así que me quedé en mi asiento inicial, con la esperanza que nuestros trayectos se separaran en breve. Y así fué más o menos, durante seis paradas más siguieron disertando y yo, resistiendo a tal paliza matinal.
Pasaron los exámenes, llegaron los merecidos aprobados y las tan esperadas vacaciones. Durante el veraneo, de repente recordé aquella conversación, la que en aquel momento me pareció cargante, empezó a cobrar sentido y creí entender a lo que se referían. Me dí cuenta que en mi ajetreado día a día iba perdiendo lo que realmente importa: mirar, hablar, relacionarse...en definitiva saber parar a tiempo para vivir de verdad.
Convencido por fín de lo privilegiado que había sido por haber escuchado tal lección de vida, entendió aquellas reflexiones vespertinas que tanto le molestaron y decidió poner en práctica lo de que lo extraordinario está realmente en lo ordinario...