Un buen susto
Estoy yendo hacia el metro de Barcelona para coger el tren e ir a visitar a mi abuela, que está en la otra punta de Barcelona. Son las diez de la mañana, ya hace media hora que he salido de casa, cuando me doy cuenta de que alguien me está siguiendo desde hace rato. Lo veo en el reflejo de los cristales de las tiendas. Había bastante gente, pero hacia donde yo voy, él está detrás de mí. Me estaba poniendo nervioso:
—-¿Qué hago? —¿ Qué quiere de mí? —¿ Me va a robar?...
Me pongo a correr, como que juego al fútbol; soy rápido, el hombre ese también se pone a correr detrás de mí. Me meto entre callejones por donde tengo la ventaja, ya que soy más pequeño y más ágil. Ese chico tiene dificultades para seguirme por los callejones, ya que es bastante grande y corpulento, y se le hace complicado esquivar todas las cosas que hay por en medio. Cuando llegué al otro lado del callejón me puse a correr; le he sacado unos cincuenta metros de distancia cuando me doy cuenta de que tengo el metro delante. Entré rápidamente y pasé mi cheque para poder entrar. Pero ya no veo al chico que me había estado siguiendo; aunque ya no estuviera, me dirigí al conductor. Le expliqué todo lo sucedido al conductor y me dijo que me esperara con él.
Pasaron unos minutos cuando de repente veo a ese hombre pasar por al lado; avisé al conductor de que era esa persona de allí la que me había estado siguiendo. Como que aquel chico no pasó por el tren; no ocurrió nada más. Le di las gracias al conductor por vigilar que esa persona no entrará al tren. Me quedé tranquilo después de eso. Después arrancó el tren, y cuando llegué, me dirigí hacia la casa de mi abuela. No le quise explicar lo sucedido para no preocuparla. Comimos, hablamos, reímos, cenamos y me quedé a dormir.
Al día siguiente me despedí de mi abuela, volví a mi casa y conté lo sucedido a mis padres. Vaya susto.
Categoria de 8 a 12 anys. Institució Igualada