La loca del tren
Llegó el gran día, el primer día de la universidad. Estaba nerviosa, inquieta y supongo que un poco asustada. Hacía tres semanas que me había mudado a un pequeño piso universitario, que lo compartía con dos chicas que cursaban medicina en la Autónoma de Barcelona. El piso quedaba lejos de la universidad. Había pensado ir andando o en bicicleta, pero digamos que el equilibrio no es mi fuerte. Hablando con amigas y gente, acabé concluyendo que la mejor opción era ir en metro. No me hacía mucha gracia ir en metro, porque había escuchado que te roban y que era muy impuntual. Soy una persona que tiene la capacidad de perder la noción del tiempo muy rápidamente.
Llegué a la parada del metro. Había mucha gente, y un olor horrible. Mientras estaba esperando el tren, se me sentó una señora al lado. Era mayor, fea, que infundía miedo, y una olor a pescado podrido. Llevaba un bolso roto donde se podía ver que asomaba una botella, parecía alcohol. Un minuto después llegó el metro, que yo tenía que coger. La mujer cogió la botella, y la estampó contra el metro , empezó a decir cosas sin sentido, a coger los bolsos de la gente y a tocarles la cara. Y de repente se puso en medio de las vías y el tren donde yo ya había subido se la llevó por delante.
Puedo decir que mi primer día de universidad fue un poco imprevisible e inesperado.
Categoria de 13 a 17 anys. Institució Igualada