El pasajero del cartel

Cristina

El metro iba lleno, como siempre a esa hora. Me sujeté a la barra mientras el vaivén del vagón movía a los pasajeros. Justo enfrente, había un hombre con gabardina oscura leyendo el periódico y cubriéndose parte del rostro. Había algo en su postura que me parecía extraño, pero no recuerdo haberle dado importancia.


En la siguiente estación, un cartel muy grande llamó mi atención. Era un aviso de la policía que decía:


“Se busca: individuo peligroso. No intente detenerlo, avise a las autoridades.”


Miré la imagen y recuerdo sentir un escalofrío que me recorrió por el cuerpo. El hombre del cartel tenía la misma mandíbula marcada y el mismo abrigo oscuro que el del hombre que estaba sentado justo delante de mío.


El metro arrancó y yo solo sentía un nudo en la barriga. Pero, ¿y si solo era una coincidencia? Yo intenté no mirarlo, pero yo solo notaba como mi respiración se aceleraba. Mi cabeza iba a mil: ¿debería bajar en la próxima estación y llamar a la policía? ¿Y si él se daba cuenta de que lo había reconocido?


De repente, el hombre levantó la cabeza y nuestros ojos se miraron. Me quedé paralizada. Él bajo la cabeza ligeramente, como si hubiera leído mis pensamientos. Después cerró el periódico con calma y se puso de pie.


El vagón se sacudió al llegar a la siguiente parada. La puerta se abrió y el hombre salió tranquilamente y se perdió entre la multitud.


Justo cuando pude soltar el aire que ni siquiera había notado que estaba guardando, vi algo en el suelo: un pedazo de papel del periódico del hombre. Me agaché y lo recogí.


Solo tenía tres palabras escritas a mano:


“No lo cuentes.”

Categoria de 13 a 17 anys. Fert Batxillerat

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