BREVE CONCIERTO DE CUERDA
Una ejecución de cuerda insólita pudimos presenciar los viajeros que viajábamos en la Línea de Metro L-3 con dirección a Zona Universitaria de Barcelona.
Entre este revoltijo de viajeros venía con nosotros una joven de tez morena, alta y delgada, a la que podríamos añadir una cierta belleza a la que se observa y retiene unos segundos, para después centrarnos en nuestra propia gestión del día, como era la declaración jurídica notarial de últimas voluntades.
Aunque había disponibilidad de asientos, la joven se mantenía de pie, apoyada en una barra de sujeción central para su seguridad.
A la vista de su siguiente reacción, su idea no era la comodidad en un asiento, sino esperar en qué momento recibía la entrada del imaginario director para su intervención como solista en la formación orquestal.
Y de improviso, apareció la magia ......... Sus dedos se ajustaron al "cordaje" que le ofrecía la barra a la que estaba unida y de allí surgieron unos sonidos metálicos, destilados de su improvisada ejecución.
El "contrabajo" emitía unas tonalidades sobre el cordaje metálico, presionado por sus unas, muñecas y abrazos, proyectando un rasgueo inverosímil para los espectadores que seguíamos su breve actuación.
La duración transcurrió durante dos o tres minutos, el tiempo justo desde la estación de la Plaza de Cataluña hasta su bajada en la parada del Liceo, donde seguramente esperaba su llegada la Gran Orquesta del Liceo de Barcelona.