He escuchado una voz
He escuchado una voz a mi espalda: “Ve hacia delante, no te detengas, un peligro te acecha, no mires atrás bajo ningún concepto” Yo no sabía qué hacer, sentía que el sudor frío del peligro me goteaba por la frente y el nerviosismo se apoderaba de mí, mis movimientos eran cada vez menos precisos y la vista empezaba a nublárseme, no era capaz de pensar con coherencia, sólo deseaba no estar allí y no recordaba cómo había llegado a esa situación. No obstante, sólo podía hacer una cosa: obedecer a la voz, por tanto, continué caminando sin mirar atrás, jadeando. Escuché un sonido, era una llamada de teléfono, miré a todas partes, no había ningún teléfono, no paraba de sonar, cada vez el tono era más fuerte, pero ¿Dónde estaba? ¿Qué es este túnel? Me sentí atrapado, me faltaba el aire, el lugar era asfixiante, pero algo me era familiar, unas vías, grava, ese olor…me di cuenta por ello de que era el túnel del metro, y a la vez que reconocía el lugar, encontré en el suelo ese teléfono que no paraba de sonar, la pantalla negra, nada identificable, pero seguía sonando, me lo acerqué al oído y sólo escuché silencio. Intenté tranquilizarme: ¿Quién es? ¿Por qué estoy aquí? ¿Dónde voy? La voz, increíblemente, me respondió: “Vas camino a tus deseos”. No entendí nada, pero seguí caminando por ese túnel largo y oscuro, siempre sin mirar atrás, empecé a darle vueltas a la cabeza, siempre había deseado muchas cosas: un buen coche, más dinero, salud, prosperar, nada más ostentoso que cualquiera. Continué caminando y de repente caí en la cuenta de un deseo escondido y me estremecí. En un momento de mi vida deseé ser feliz, pero ya lo tenía todo, había conseguido el éxito. Seguí adelante en el túnel, parecía interminable, pero la voz me había dicho que siguiera, que no mirara atrás. De repente ya no podía caminar más, delante de mí había una puerta sin pomo, pero con una frase: “Tú decides”. Entendí que en aquel túnel del metro tenía que decidir entre mi deseo o mirar atrás y quedarme con mi éxito ya conseguido. Yo sé lo que hice en aquel momento, pero ...¿y tú?