¿QUÉ VOY A HACER SIN TI, MADRECITA?
Estoy en la parada del metro, justamente lo veo venir. De pronto veo a una mujer con impedimento físico, le digo si la puedo ayudar y ella me responde que sí. La cojo del brazo y siento que está muy débil, por su apariencia delgada y una piel casi sin color. La ayudo a sentarse y me dice: "Gracias, caballero,hoy en día es muy difícil encontrar hombres así." Pero luego suena mi móvil y le digo a la señora que me disculpe, así que contesto la llamada y era mi querida hermana, que llamaba de Perú. Estaba llorando, y yo le decía: "¿Qué es lo que pasa, hermana? Por favor, deja de llorar." Ella me respondió y me dijo: "Nuestra madre ha fallecido". Yo me quedo mudo y comienzo a llorar, se había ido mi vida, la razón de vivir, mi enfermera,mi doctora,mi cocinera mi amiga, mi compañera en momentos difíciles y mi alegría cuando yo estaba alegre.
Lamentablemente, iba rumbo al trabajo y cuando me di cuenta,tenía que bajar en Santa Eulalia y ya estaba en Just Oliveras, con lágrimas en los ojos y la gente mirándome. Yo no me daba cuenta y seguía para regresar a Santa Eulalia.
Bajo del metro y me dirijo hacia el trabajo, un parking donde trabajo de conserje.
Llamo de nuevo a mi hermana y seguimos hablando, le digo cómo pasó,qué es lo que le sucedió a nuestra madre, y me dijo que había sido por una cólera que había tenido con un nieto, le había dado un paro cardíaco. Me invadió de nuevo el llanto y no quise echarle la culpa a nadie,solo pedí que Dios me ayude a sobrellevar esta gran pérdida y que me de las fuerzas para seguir adelante.
Han pasado ya 7 años y siento que tengo clavado un cuchillo en el corazón, cada vez que recuerdo los momentos bonitos al estar junto a mi madre siento un dolor que no puedo describir.
Pero soy muy feliz, a pesar de mi tristeza, porque tuve a la madre más buena y cariñosa, que me impartió valores, amor y respeto a los demás. Por eso todos los días me pregunto: ¿QUÉ VOY A HACER SIN TI, MADRECITA?