VIAJE INESPERADO
Próxima parada...Diagonal
Cansado de una dura jornada de trabajo, como casi todas,consigo con suerte encontrar un asiento en un lateral, de aquellos en los que puedes recostarte un poco y hacer más placentero tu trayecto.
¡Por fin viernes! La única ilusión que me esperaba esa tarde era llegar a casa y descalzarme, anhelando después disfrutar de un merecido descanso en el balcón, como siempre hacía, para recomponerme hasta el lunes.
Próxima parada...Hospital Clínic
Se abren las puertas de par en par y mi atención queda fijada, entre el tumulto de la gente, en unos limpios y estilizados zapatos tacón de aguja color fucsia.
¡Qué maravilla para los sentidos! Se mueven sin dirección buscando su lugar, en una hora, que se presta para salir y empezar el fin de semana..
El viajero a mi lado recibe un llamada y en un movimiento rápido se levanta, y antes de cerrarse las puertas del tren lo veo desaparecer tras ellas.
Como si se tratara de la misma estela que dejó mi antiguo compañero de viaje en su carrera hacia el andén, se dirigen rápidamente hacia mí los recién llegados zapatos fucsia para acomodarse a mi lado.
Nos observamos tímidamente, y en un vaivén del tren rozan nuestras punteras. Puedo percibir la delicadeza del corte de que están hechos.
No se apartan, a pesar de mis sucios y ajados zapatos...
Mi trayecto había finalizado dos paradas atrás...creo que mi descanso semanal en el balcón tendrá que esperar un poco más...
Ahora, era otra la ilusión la que anhelaba.