El fantasma de TMB
Hace 99 años de uno de los eventos históricos más importantes de Barcelona, hace 99 años desde que el metro en Barcelona se inauguró. La inauguración se celebró el 30 de diciembre de 1924, donde asistieron personas muy relevantes, debido a que el transporte público a Barcelona, desde que se inaugura, es reconocido por ser uno de los servicios públicos más seguros de todo el planeta Tierra, esto marcó un antes y después en la ciudad.
TMB guarda un secreto, esta seguridad se debe a un fantasma, si acaban de escuchar bien un fantasma, este fantasma es el espíritu de un hombre llamado José María. José María dio la vida para proteger a su compañero un día de tormenta, cuando el trozo donde se encontraban los dos compañeros se estaba inundando y solo había un trozo donde se podían aposentar, José cedió el puesto al su compañero, pero él por la densidad de agua y la tormenta resbaló, muriendo ahogado, su espíritu quedó atrapado en las vías con el fin de proteger la seguridad de TMB.
Conforme fueron pasando los años a el espíritu de José María le encantaba proteger la seguridad, el problema era que al ser un fantasma se sentía solo, se pasaba día y noche observando cómo personas viajaban con el metro, viendo como la vida de miles de personas se llevaban a cabo donde él vigilaba, deseaba poder hablar con aquellas personas, pero ninguno de ellos lo veían a él. Pasaban los años y se sentía más solo, hasta que el 12 de septiembre de 2022 todo cambió. Un niño de nombre Biel, desayunaba en el metro de camino al colegio, era la primera que viajaba solo, al levantar la vista vio a José derecho controlando a las personas. José no tardó en darse cuenta de ese detalle y fue a hablar con él. El niño no se daba cuenta de que era un fantasma hasta que empezó a notar cómo la gente le miraba de forma extraña, José le comentó lo que estaba sucediendo. El niño no se asustó, al contrario, se quedó asombrado. El motivo por el que podían comunicarse es que este niño resultaba ser el bisnieto de José. El tiempo iba pasando desde ese día de septiembre y los dos familiares se veían cada vez que en Biel cogía el metro. José María ya no se sentía solo, ahora tenía todo lo que siempre había deseado, seguridad en el metro de Barcelona y compañía. Sin darse cuenta los años ya habían pasado y ese niño ya era un abuelo, Biel murió por culpa de cáncer de pulmón con 83 años, su espíritu se transportó con el de su bisabuelo, ahora los dos juntos controlan la seguridad de el metro de Barcelona.