Soy un bolso
Soy un bolso.
Voy pegado a la cadera de mi dueña. Salgo de junio a octubre. El resto del año lo paso en el armario y un compañero me sustituye. Él es marrón. Yo soy multicolor, creo que de paja natural o sintético, no sé, me da igual. Por la mañana descanso bastante, ella va a la piscina y no me lleva, pero por la tarde ya es otra cosa. No paro. Por el ritmo que lleva ya sé adónde vamos. Los lunes, miércoles y jueves al metro. Con la comida en la boca salimos pitando a la estación de Poblenou. Cambiamos de línea en La Pau y de inmediato noto que pasamos sobre un puente porque el ruido es distinto, seguimos viaje y bajamos en Pompeu Fabra. Es una estación relativamente nueva, me gusta. Tiene un ascensor que sube bastante. A veces lo comentamos con mis compañeros la cartera, el portamonedas y el móvil, porque se nos hace un nudo en el estómago.
Hay días en que vamos muy apretujados, no digo en el metro, sino dentro de mí: dos meriendas, servilletas, dos frutas, un libro, agua, una bolsa por si compra algo.... buff.
Y al cabo de un rato, golpes, zarandeos, tirones... Ya han llegado esos bichos repelentes que me molestan. ¡Tanto les cuesta dejarme en paz! No saben estarse quietos? Me abren y me cierran constantemente, meten en mi interior muñecos terroríficos que nos asustan a todos, papeles de gominolas, piezas indefinibles de huevos Kinder, dibujos feos feos, ramas de árboles, piedras, cromos y no quiero pensar qué más va dentro de mí.
Luego todo se calma, se ve que están en los toboganes y los columpios. Respiro tranquilo y pregunto a mis amigos de dentro ¿Qué tal vais? Y más tarde otro zarandeo, voces y adiós. Y llega la calma y la tranquilidad.
Ella me vuelve a llevar en metro, me pone sobre su regazo, sus manos me acarician, me dan tranquilidad y sosiego. Vuelvo a notar que pasamos otra vez sobre el rio Besós. Oigo "Propera parada Poblenou" y me digo, ya estamos en casa. Subimos con el ascensor y salimos a la calle y muchos días podemos oler el mar. En Poblenou, según va el viento se huele a mar, me gusta. Nos vamos tranquilos ella y yo. A casa.