Volver a vernos
Amaneció lloviendo. Maritza se había levantado con ganas de dar un largo paseo que le permitiera pensar en cómo iba a decirle que se acabó, que no volverían a verse. Le quería, pero estaba cansada de esa relación larga, pesada, tan densa que no la dejaba respirar.
Cuando salió del portal, la lluvia caía con fuerza y la obligó a desviarse a la parada de bus de Reina Elisenda. Esperaría el V13, como tantas otras veces. Los despistados sin paraguas se apresuraban a guarecerse bajo el tejadillo de la parada; los pies mojados, el pelo empapado y la sonrisa nerviosa. Se quedó fuera, quieta, observando el despertar del día. Los niños, con sus botas de agua de colores, chapoteaban en el suelo bajo las miradas de sus padres cargados de mochilas, con prisa, visiblemente agobiados por dejar a los niños en el cole y llegar a tiempo al trabajo.
Vivía en un barrio bonito, tenía un buen trabajo pero no siempre había sido así. Recordó su primer día en Barcelona, hace más de 15 años, sola y con miedo. Tan perdida, que estuvo dudando mucho tiempo si había tomado la decisión correcta.
Por suerte, el autobús llegó pronto, era raro en un día de lluvia y en hora punta; aunque a juzgar por las exclamaciones del resto , debían llevar un buen rato esperando.
Subió al bus, cerró el paraguas justo antes de entrar, saludó al conductor y entonces la vió.
Sentada en el primer asiento, más mayor pero igual de elegante, serena y dulce que siempre. La melena plateada descansaba sobre los hombros tapados con una sencilla pero cara blusa blanca, gafas de pasta, pantalón beige y bailarinas negras. Tenía un aspecto muy normal ,pero había algo que la hacía diferente, las arrugas le otorgaban un aspecto más sabio, más amigable todavía.
¡Cómo podía ser que hubieran perdido el contacto tanto tiempo!!! En qué momento la vida te aleja así de las personas más importantes de tu vida…
Ella era la única persona que la había ayudado cuando estaba desesperada, que había creído en ella, que no la había juzgado . Sin ella seguramente su vida ahora sería diferente.
Con decisión se acercó y por primera vez en todo el día sonrió.