Próxima estación: unos minutos con Valeria.

Skildok

En un vagón de la L4 una joven se encontraba de pie sosteniendo un libro en sus manos. Llevaba un colgante dorado con la letra V que brillaba sutilmente bajo las luces del vagón.


De repente, dos chicos se acercaron a ella. Uno de ellos llevaba al cuello unos auriculares con luces que iban parpadeando al ritmo de la música y el otro se esforzaba por mantener el equilibrio mientras enrollaba un cigarrillo.


-¡Hola! Hemos notado que eres la más guapa del vagón - exclamó el joven de los auriculares.


- No es muy difícil, supongo que esa mujer mayor de allí no os interesa mucho y no hay más mujeres en el vagón - respondió ella con sarcasmo.


Al lado de ella, un chico tecleaba en el teléfono móvil observando de reojo la escena.


-Seguro que mi novio opina lo mismo - añadió ella señalando al chico de su lado.


- ¿Sois pareja? - preguntó el joven de los auriculares arqueando las cejas -. Ni siquiera nos ha mirado.


En la mente de la chica surgían mil excusas, pero ninguna le parecía suficientemente convincente.


-Claro, ¿ves ese colgante dorado? Se lo regalé hace un par de meses por su cumpleaños - dijo el chico del móvil.


Los dos chicos se miraron desconcertados.


-Bueno, tampoco es tan guapa. Toda tuya - dijo el joven del cigarrillo y ambos se alejaron hacia el otro extremo del vagón.


-¡Gracias por seguirme el juego! Muy convincente eso del colgante- dijo ella, sonriendo al chico, pero de repente miró el teléfono móvil y dio un respingo - Oh, vaya, la amiga con la que había quedado en el Born llegará tarde.


-Yo también voy al Born, si quieres compañía mientras la esperas...- propuso el chico.


-Gracias, pero no creo que sea una buena idea.


Al cabo de poco llegaron a la estación de Barceloneta y sus caminos se separaron en silencio.


Más tarde, ella volvía a casa y al llegar al andén vio una figura familiar. Por alguna razón el destino volvía a poner delante suyo al chico de antes.


-Hola ¿Ha llegado muy tarde tu amiga?


-Uf... No me hables- respondió ella enfadada -. Si me dieran dinero cada vez que llega tarde sería millonaria.


-Yo creo que hay cosas más valiosas - dijo el chico con tono misterioso.


- ¿Por ejemplo?


-El tiempo. El tiempo de las personas que te aman y deciden compartir unos minutos o toda una vida contigo, renunciando a muchas otras cosas.


- Qué forma tan extraña tienes que ligar. Pero no te funcionará conmigo. Estaría más interesada en alguna amiga tuya, no sé si me entiendes... Además, antes estabas mirando fotos en el móvil y en muchas estabas acompañado de otra chica. Y aún así querías ir conmigo por el Born.


-¿Me has espiado?


-No cambies de tema.


-Esa chica es mi hermana. Desde que nuestra madre murió estamos muy unidos y valoramos mucho cada minuto que compartimos. Por eso considero tan valioso el tiempo.


- Perdona, me había parecido...


- Entiendo la confusión, no pasa nada. Por cierto, compartís inicial ya que tu colgante lleva la letra V y ella se llamaba Valeria.


-Uy, no, yo me llamo Mireia. Desde pequeña me ha gustado mucho la cultura clásica y mi número favorito es el cinco, así que llevo el cinco escrito en números romanos. Pero todo el mundo se confunde y siempre tengo que explicarlo. Por cierto, Valeria en latín significa mujer que lucha con valentía, así que seguro que era muy apropiado para tu madre.


-Sí, luchó hasta el último aliento. En fin, ha sido una noche muy confusa para ambos.


-¡Totalmente! A quién se lo cuente no me creerá.


- ¿Sabías que TMB organiza un concurso...

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