De Is a la Tierra
Desde una profundidad del universo desconocida por los habitantes de la Tierra, Blosser, del planeta Is, fue elegido por el consejo Iseónico -los sabios mandos del planeta- para ejercer el análisis de la humanidad desde su perspectiva extraterrestre. La misión asignada consistía en adentrarse en el mismo planeta Tierra y comprender la complejidad existencial de los terrestres.
Para el desarrollo de la investigación, Blosser hizo un estudio detallado de los diferentes hábitats de las personas. Tras su valoración, la decisión estaba tomada y Barcelona, ciudad capital de Cataluña, región en el noreste de España, se convertía en el destino marcado. Éste pasó a la acción, ejecutó el proceso de camuflaje adaptativo -dar forma humana a su cuerpo Iseónico- y tomó rumbo a la vibrante ciudad de Barcelona, lugar donde se reflejaba la sinergia de la vida.
En el procedimiento de observación, se impresionó de la intrincada red de túneles y estaciones del metro de la ciudad. En medio del zumbido rítmico de los trenes y la sinfonía del movimiento humano, Blosser decidió que ahí era ideal efectuar su estudio.
El Iseónico asoció que las extensas y dispares líneas de distintos recorridos por la ciudad eran conocidas por los habitantes como “transporte público”. TMB era la empresa encargada de su funcionamiento. Y el extraterrestre lo definió como “el sustento de la inquieta metrópolis de Barcelona”.
Blosser se percató de una cosa que movía a las personas: una voluntad común. Contempló su esencia, lo complejo y enrevesado de esta. Buscando desentrañar la intrincada interacción entre los deseos y las elecciones realizadas dentro del margen de la vida, vio en la red de transportes públicos una metáfora que enlazar. La empresa al mando de estos transportes, garantizaba una diversidad de opciones importante para la gente. El metro, con sus conexiones eficientes y rápidas, servía como el alma de la ciudad, transportando sin problemas a las personas de un punto a otro. Mientras tanto, los autobuses, tranvías y otros modos de transporte proporcionaban caminos alternativos, formando una vasta red que atravesaba el paisaje urbano. En todo esto reconoció similitud con la naturaleza multifacética de los deseos humanos. Así como cada opción de transporte ofrecía una forma única de llegar a un destino, también los seres humanos perseguían sus objetivos a través de varios caminos. Algunos buscaban rutas rápidas y directas, mientras que otros abrazaban los desvíos panorámicos, encontrando belleza en el viaje mismo.
El tiempo de experimentación en Barcelona ya llegaba a su fin, y el extraterrestre se veía satisfecho con estudio realizado. Su conclusión en esta estancia terrestre por la ciudad catalana resaltaba el papel del transporte público en la experiencia humana. Lo reconocía como una vía de gran valor que permitía a las personas embarcarse en sus viajes personales, conectando partes dispares de la ciudad y creando un escenario vibrante de historias compartidas. Servía como reflejo de la concepción del alma humana, los deseos de cada uno y la interconexión vital entre todos.
Ya de regreso a Is, en Blosser fue floreciendo una sensación de empatía única tras su experiencia directa. Estaba ansioso de transmitir sus estudios, pero había algo más en su mente que había cultivado en su aventura: más allá de la comprensión analítica de la humanidad, estaba el deseo de poder expresar que todos los seres compartían un camino entrelazado en la extensa red universal.