Pujo a NAVAS
Siempre cogía el metro en la misma estación, Navas, Línea 1 (roja) de Barcelona. Esta vez, al estar en otro barrio de la ciudad, lo cogí unas estaciones atrás, Sant Andreu de la misma línea. No me senté, a pesar de haberlo podido hacer ya que llegó bastante vacío. Me puse frente a las puertas, apoyado en el espacio reservado a bicicletas, cochecitos o carros…
Anunciaron que la próxima estación era “Navas” y pensé:
“Aquí subiría si no viniera de Sant Andreu…”
Al abrirse las puertas miré a las personas que accedían al vagón y el corazón me dio un vuelco…
Me vi a mi mismo entrando en el vagón.
¿Cómo era posible?
Íbamos vestidos igual, llevábamos el mismo libro bajo el brazo…
No supe reaccionar, no sabía qué hacer, si acercarme o alejarme, bajar en la próxima parada o seguirle para saber algo más de mí, de algo que quizá ignoraba de mí mismo…
Yo tenía que ir a buscar un dorsal para la próxima cursa en uno de los palacios en Montjuïc, sabía muy bien a dónde me dirigía, ¿pero dónde iría mi otro yo? ¿Al mismo sitio?
Decidí seguirlo. “Que sea lo que sea” - me dije.
¿Quién de los dos volverá a casa?…