Unidas por la línea roja

Eulàlia Munné Molienr

Dios mío, Dios mío, Dios mío, cada vez estoy más cerca suyo y todavía no sé ni lo que le voy a decir. Esta mañana cuando he salido de mi casa he imaginado esta escena de mil maneras, y en ninguna salía bien la verdad.


-Hola-digo, casi susurrando, muriéndome de vergüenza una vez sentada a su lado.


-Hola-contesta ella, mirándome levantando una ceja hacia arriba. 


-Bonitas zapatillas- de verdad? Media hora practicando en mi casa para llegar y decir “Bonitas Zapatillas?”, me muero de vergüenza en qué momento se me ha pasado por la cabeza esto. - ¿Cómo te llamas?


- Alexandra o Alex como prefieras. Y tú?


Bueno, de momento está saliendo mejor de lo que me esperaba, la verdad. Al menos no piensa que soy una loca, ¿no? Espero, vamos. 


-Yo me llamo Abigail o Abbie, como prefieras también, todos mis amigos me llaman Abbie. - intento disimular que me está temblando todo el cuerpo de lo nerviosa que estoy, espero que no lo note.


- Encantada-contestó, un poco más interesada en la conversación - Vienes cada día a la misma hora, verdad? Siempre te veo. 


¿Que me ve? ¿Eso quiere decir que también se ha fijado en mí? 


-Sí vengo todos los días a la misma hora, tengo que coger el metro para ir a trabajar, ¿y tú? ¿Vienes siempre a la misma hora también, no? - Creo que esto está saliendo mejor de lo que pensaba y creo que me está empezando a salir una sonrisilla, no sé si de nervios o de alegría, aunque puede ser de ambas. 


-Sí, vengo todos los días. - contesta ella, cada vez más interesada en nuestra conversación. - Me he fijado en ti varias veces, me pareces una chica muy interesante, ¿te importa darme tu número? 


¿Estoy soñando? ¿Acaba de pedirme el número de teléfono? No me lo puedo creer, en algún momento voy a dar un salto de la emoción.


Os preguntaréis qué está pasando, ¿verdad? Pues yo os lo voy a explicar.


Hace unas semanas vi en el andén de mi parada de metro una chica guapísima, pero muy guapa, y después de ese día  me di cuenta de que cada día a la misma hora que yo esa chica está en mi andén,siempre. Desde entonces cada día intento acercarme a ella y presentarme, pero nunca me atrevo y siempre me quedo a la mitad de camino. Pero hoy no, esta mañana he decidido que hoy hablaría con ella y como habéis podido ver, o leer mejor dicho, me he atrevido, ¿muerta de miedo? Pues sí, pero lo he hecho, que es lo que cuenta. 


-Claro, claro que sí, sin ningún problema - puede que esa respuesta haya sonado un poco desesperada por mi parte pero bueno, espero que no se haya notado mucho. 


Después de esa conversación Alex y yo vamos juntas en el metro todos los días. Soy tan feliz, cuando estoy con ella es como si nada a mi alrededor existiera, solo ella y yo, nada ni nadie más. 


Han pasado ya unos meses y Alex y yo hemos empezado una relación amorosa de la cual no quiero salir en mi vida,¿ sabéis esa sensación de que sentís que está vez es la correcta y que es para toda la vida? Pues eso es lo que yo siento con Alex, ¿significa eso que estoy enamorada de ella? Puede ser. Nuestra relación está bien, ha ido bien todos estos meses aunque a la gente no le haya gustado mucho ya que al ser una relación entre dos chicas es mucho más complicado que todo el mundo lo acepte, pero eso no va a hacer que nos rindamos porque nos queremos y eso es mucho más importante que todo lo que digan los demás. Después de todo he aprendido que tienes que ignorar lo que te digan los demás y seguir con tu viday a quién no le guste pues que no mire¿ no?


 

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