En el transbordo de Gracia
Pasaba por el metro de Gracia y como siempre, tuve que hacer el maldito transbordo de la L4. Durante esos momentos he pensado en ti pero sobre todo en mi... y, quizá, un poco más en aquello que fuimos antes.
A veces, cuando me veo caminando por allí me acuerdo de aquellos momentos que hacíamos el transbordo de la mano. Romantizaba cada minuto junto a ti y aunque fue doloroso partir la relación en mil pedazos, ahora con el tiempo, sé que fue lo mejor para mí.
Durante esos miles de segundos (ahora) eternos, solíamos hablar de mi pasión por la poesía, de tus tardes leyendo libros más largos de lo que duró nuestro amor mientras que decidíamos que íbamos a merendar. ¿Te acuerdas?
Desde entonces, cambié las canciones de Ed Sheeran por las de Fletcher, dejé de tomar café a diario porque me he vuelto adicta al té matcha, mi número favorito dejó de ser el veintitrés y... ah, por cierto... prefiero el silencio de mi paz que el ruido de cualquiera de tus recuerdos.
Quizá algún dia este triste túnel pueda ver la persona tan horrible que fuiste. Mentiste y dejaste que tus promesas se desvanecieran por cada una de las letras de la estación de metro. "Las Gracia(s)" te las doy a ti y sobretodo a los miles de minutos en los que puedo reflexionar por un momento sobre lo que se supone que fue nuestra relación.
Ojalá algún dia aprendas a saber cómo querer , como aquel maldito transbordo que sabe de memoria cómo son tus historias, tus pensamientos y las pocas verdades que dijiste.