Lluvia
Por qué será que la lluvia nos transporta a cada recuerdo que , lejos de hacernos reír, nos muestra donde estamos... hoy tocó ir a trabajar en metro... aunque llegar a la Plaza Tetuán fue toda una odisea, nada más bajar por las escaleras, no sentí más la lluvia... a mí la lluvia me hace feliz...cómo describir esa pureza que del cielo cae... mi trayecto se hace corto entre tanta gente estresada de buena mañana y pocos asientos para ocupar... no importa... con gusto cedo el mío antes de ocuparlo... prefiero seguir de pie, escuchando música mientras veo cómo las gotas que resbalan por mi cabello, incesantemente juegan a descansar sobre mis botitas rojas... y tan sólo son 4 paradas para bajar, cruzar la calle y esperar que pase la línea de bus b24, directa a casa.... camino por la calle... feliz, viendo cómo amanece entre nubes, truenos y lluvia... y yo espero al bus que de lejos veo, mientras la marquesina de la parada consigue resguardar al resto de personas que allí esperan...yo... prefiero sentir la lluvia... y al recordar que en mi lugar de trabajo la presencia es importante, río a viva voz por marcar mi propio estilo... son mis pies lo que ahora siguen con la melodía que mis oídos escuchan... y mientras tanto, el bus b24 se acerca... sus luces alumbran toda la calle, y yo, como chica empoderada, creo que tan sólo con el gesto de levantar el brazo, el bus parará a mis pies... así es... pero no nos engañemos... tan sólo es el gesto que todos normalizamos para pedir poder entrar... hoy... igual hoy lo veo de manera diferente... pues voy al trabajo literalmente empapada de lluvia... pero no de lágrimas... mis ojos reflejan la sonrisa que mis labios no esbozan a lo grande entre tanto extraño... bendita lluvia la que hace transportarnos... a donde realmente estamos.