Cualquier cosa
—¿Dónde vas a dejar el gato?
—Con la vecina.Ya hemos estado hablando y.
—Pues yo no sé dónde dejaremos el perro. A mi marido no le gustan esas cosas, que luego vienen los problemas de.
—A mi Paco tampoco es que sea de su gusto, lo que pasa es que .
— Pero ¿tú no tienes a tu hija? Otras veces.
—Bueno, sí, pero esta vez está liada. Como ahora sale con el novio nuevo.
—Paco dice que va a ver si se lo queda un amigo suyo del trabajo, que tiene un terreno grande en su casa. Allí el perro podría correr a gusto.
—La verdad es que mi hija ha cambiado mucho con el Antonio.
—Oye, no te creas. Los perros dan mucho trabajo. Los gatos, mientras tengan comida.
—El chaval es majo. A nosotros nos ha caído bien. En comparación con el de antes.
—Y ¿qué ropa vas a llevar? Porque allí va a hacer frío. Yo me voy a llevar el abrigo ese oscuro, que lo estoy guardando tanto tiempo, que cuando me lo ponga ya no estará de moda. Y luego está el asunto del calzado. No se puede ir con cualquier cosa. Ya sabes, si llueve, ¿qué?
—Yo me voy a tener que comprar ropa. He visto en lo de la tienda esa, la de los chinos, Pues, oye, no te creas, que tienen cosas que están muy bien.
—¿Tú sabes qué tiempo nos va a hacer? Porque si yo supiera que va a llover, me llevaría las botas que me regaló mi Paco.
—Pues no sé. Yo, como no entiendo de guasaps y esas cosas. Lo que sí tenemos es de quedar para la hora. Lo tenemos que decidir nosotras, porque de los hombres no te puedes fiar.
—Cualquier cosa, hija.