VIVIR DISTRAÍDOS
Un día cualquiera en la línea 5 del metro de Barcelona. Un día más de cuellos inclinados mirando solo a una pantalla, nada los distrae a su alrededor. Pienso en los caballos con sus anteojeras, solo mirando hacia un punto fijo para no distraerse. Aquí la pantalla es la que te abstrae constantemente, ya no hay tiempo para el aburrimiento.
En la lejanía, un altavoz me acerca el sonido de una melodía conocida. Y en unos minutos ella estaba a mi lado, con su pequeña estatura, su simpatía y su charango. Tiene la misma edad que yo seguro -pensé - y aquí está, caminando de vagón en vagón con una alegría que no podía entender. Esta canción - dijo de repente- es de un país muy bonito, Bolivia, diferente a este , pero con una cultura muy rica…Empezó a tocar... esa melodía la conocía, una música que paralizó a todos los que allí estábamos. El sonido de las notas sobre el charango nos eclipsaron a todos. Una pareja de marroquíes, otra de alemanes, un colombiano , un coreano... todos nos unimos a escuchar , a mirar a esta señora que nos estaba regalando su cultura, sus ancestros, su familia, su historia. Al acabar, un chico comenzó a aplaudir, yo lo seguí y en un momento todo el vagón nos imitaba… lo nunca visto! Todos dando monedas , sonriendo y ella feliz, agradecida de ver que dejamos los móviles por un momento y fuimos conscientes que hay gente a nuestro alrededor, que la vida real pasa a nuestro lado y nos la estamos perdiendo. Hoy bajé del metro convencida en que podemos estar mas presentes, que vivir en sociedad vale la pena y que si paramos un rato, nos podemos disfrutar mutuamente. Tenemos muchas historias por contar.